Secretos De Hogwarts (+18)

3°

Después de que Teddy se sentara con sus padres, de la mesa de viajeros se levantaron dos encapuchados, iguales en estatura, pero diferente en complexión, el de la derecha era más ancho que el de la izquierda, por lo cual dedujeron que era un hombre y una mujer.

Ambos encapuchados subieron a la tarima y se quitaron las capas que cubrían sus apariencias. El chico era castaño claro casi rubio, de ojos verdes como el color del mar, en su rostro tenía una sonrisa encantadora que deslumbro a varios en el gran comedor.

Traía puesto, al igual que Teddy, un traje de color gris, sus zapatos estaban perfectamente lustrados y toda su apariencia en si era perfecta, en su muñeca derecha descansaba un reloj de oró y en la izquierda poseía un brazalete de plata que tenía algo inscrito en el pero no se alcanzaba a ver que era.

La chica por el contrario era pelinegra, sus ojos eran de un azul claro, en su rostro no había ni la más mínima expresión, el aura a su alrededor era más fría que la del chico a su lado. Su vestimenta contaba de un traje femenino, en donde una mitad era de color blanco y la otra mitad era de color negro, el traje estaba acompañado de unos tacones no tan grandes, en su cuello se pude observar un collar dorado con un dije pequeño y en su mano izquierda portaba un anillo de compromiso.

Los estudiantes estaban en silencio admirando a las bellezas que estaban en la tarima, eran simplemente perfectos ¿Cómo era posible? Nadie podía ser tan bello ¿o sí?

— Buenos días, Hogwarts, mi nombre es Lorenzo Granger. — diferentes reacciones recorrieron al público en cuanto se escuchó el nombre del chico. — para los lentos como Ronald Weasley, mi madre es Hermione Granger. — algunos estudiantes soltaron risitas divertidas ante el insulto del chico.

— Cuando tuve la edad suficiente para entrar a Hogwarts fui seleccionado para la casa de Ravenclaw. — las águilas aplaudieron fuertemente felicitando a su futuro integrante. — en mis tiempos jugué quidditch, también fui premio anual y prefecto, me agradan todas las materias excepto adivinación, mi patronus es una nutria como la de mi mamá y actualmente soy el encargado de manejar las empresas de mi madre. — la sonrisa de Lorenzo vacilo un poco al momento de hablar de su madre.

— No nos has dicho tu edad, sobrino. hablo Harry mientras miraba a su hermana con orgullo y felicidad.

Los viajeros soltaron grandes carcajadas que confundieron a los del gran comedor, incluso la chica que estaba al lado de Lorenzo tenía una sonrisa burlona en el rostro.

— No quiero escándalos ni dramatismos de ningún tipo. — demando Lorenzo mirando a su tío Harry — tengo 23 años, nací el 10 de septiembre de 1998. Cuatro meses después de que terminara la segunda guerra mágica. —

Lo siguiente que paso nadie lo tenía pensado, pues la castaña y su mejor amigo se habían desmayado, al igual que Remus y Sirius, Neville estaba sumamente sonrojado del enojo que sentía porque alguien había embarazado a su amiga, los gemelos tenían ya varias ideas de bromas para el ser que se había metido con su pequeña castaña, Luna y Ginny solo se reían, por último, estaba Ron, el cual tenía una gran sonrisa satisfecha mientras pensaba que él era el papa del muchacho de la tarima. Luego de un rato, Dumbledore despertó a los que estaban desmayados.

— ¡Hermione Jean Granger! ¡me habías dicho que "eso" no funcionaba! — grito Harry mirando a Hermione que estaba igual de pálida que él.

— ¡eso fue lo que me dijeron, yo no tengo la culpa! — le grito de vuelta Hermione — Harry, si aprecias tu vida, espero que no me vuelvas a gritar, no estoy sorda. — Harry prefirió su vida y mejor se calló.

— ¿A qué se refieren con que "eso" no funciona? — preguntaron los gemelos hablando al mismo tiempo.

— Eso es algo que se les explicara más adelante, cuando podamos terminar de presentarnos hablo por primera vez la chica desconocida mirando a sus padres con una sonrisa sincera.