Secretos De Hogwarts (+18)

8°

Dos encapuchadas se levantaron de la mesa de los viajeros caminando con una elegancia digna de un sangre pura, subieron a la tarima llamando la atención de todos los presentes en el gran comedor y cuando se aseguraron de tener toda la atención puesta en ellas se quitaron las capas de forma sincronizada dejando ver a dos bellezas que estaban escondidas bajo esas capas.

La de la izquierda llevaba puesto un vestido negro sin mangas, unos tacones del mismo color, un collar plateado que resaltaba gracias al color del vestido, pero a su vez se escondía debido a su piel increíblemente pálida, su cabello castaño descendía en forma de cortina llegando a tapar un poco su rostro, sus ojos eran de un azul verdoso, su altura estaba a la medida, ni tan alto, ni tan bajo, su labios esbozaron una sutil sonrisa cuando algunos estudiantes jadearon sorprendidos ante su belleza.

La de la derecha también ocasiono algunos sonidos más cuando su capa cayo por completo, pues esta traía puesto un vestido rosado con escote en el abdomen que resaltaba en su piel ligeramente bronceada, su cabello rubio estaba sutilmente recogido dejando ver su mandíbula definida y sus ojos azules grisáceos, solo era un poco más alta que la castaña a su lado, en su rostro poseía una suave sonrisa burlona como la de cierto Gryffindor.

— Buenos días Hogwarts, es un placer estar en las épocas estudiantiles de nuestros padres, ya que, en el futuro todos ustedes están viejitos. — Afirmo la rubia sonriendo burlona ganándose jadeos de indignación.

— Discúlpenla, a su madre se le cayó de chiquita. — Bromeo la castaña recibiendo un suave golpe en el hombro.

— Bueno, ahora sí, me presento mi nombre es Crecida Greengrass. — Dijo la rubia viendo como las dos hermanas se miraban preguntándose cuál de las dos era la madre de la chica. — Mi madre es Astoria Greengrass y el nombre de mi padre lo diré al final de nuestra presentación. — Indico Cece ocasionando emoción en los estudiantes.

— Vamos hacer esto rápido, tengo 21 años, soy la mayor de los hijos de mis padres, en mis tiempos de Hogwarts fui a Slytherin. La mesa de las serpientes aplaudió fuertemente orgullosa de su futura integrante. — No jugué quidditch, pero si iba apoyar a mi casa, mi patronus es un cisne negro, fui prefecta, ¿Preguntas? — la mayoría levanto la mano, sin embargo, la rubia le dio la palabra a su madre.

— ¿Qué hiciste cuando saliste del colegio? — pregunto Astoria mirando a su hija con cariño.

— Soy modelo en una de las agencias de moda más grande del mundo mágico. contesto Crecida viendo a su madre sonreírle con orgullo.

— ¿Tus padrinos? — interrogo un Hufflepuff de 4° año.

— Mis padrinos son George Weasley y Angelina Johnson, son los mejores. — Bien, ahora abra un poco de drama.

— ¡¿Pero cómo es posible?! ¡George Weasley como osaste aceptar ser el padrino de la hija de una maldita serpiente! — Grito Molly Weasley furiosa intentando golpear a su hijo.

— ¡Alto ahí comadreja! No voy a permitir que llames a mi hija de ese modo. — Matheo Greengrass era un hombre calmado, pero cuando se metían con su familia dejaba de ser racional.

— Tu a mí no me vas a prohibir que es lo que debo decir o no, sucio mortifago. grito de vuelta la matriarca de los Weasley defendiéndose del patriarca de los Greengrass.

— ¿Pues quién te crees que eres? ¿Merlín? Le gritas a tu hijo, intentas golpearlo, después maldices a la heredera de la casa Avery, Mi hija, y por si fuera poco le gritas a un Lord de una de las casas más importantes, ¿Qué crees que te pasara, Weasley? Dumbledore no podrá ayudarte esta vez. — La sutil amenaza de Ámbar paso desapercibida por todos excepto los que conocen las tradiciones de los sangre pura.