"Y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos."
Mateo 16:19
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La cálida bienvenida tomo desprevenido a Jimin, sintiéndose un tanto incomodo por confraternizar con la familia de su pareja, William parecía estar en su entorno, abrazando y hablando con todos a la vez que lo presentaba finalmente con el resto de su familia.
Las curiosas miradas de algunos familiares sobre él lo incomodaban, sabía lo que estaban pensando aun cuando uno que otro trataba de ser discreto en cuanto a la forma en la que lo analizaban de pies a cabeza y viceversa. Una mujer más alejada lo observaba con menos discreción, sus orbes grisáceos flameando con una furia que aun a la distancia le causaba que su sangre se helara.
El porte inconfundible y tan altivo que la distinguía por sobre cualquier persona que estuviese parada a su lado; la forma con la que lucía el hermoso vestido negro sobre su figura parecía casi etérea, la piel blanca y tersa teñida por los rayos dorados solares matutinos iluminándola, el cabello haciendo un juego exquisito en la combinación de su atuendo, desafiándolo con la cascada ondulada pelirroja que caía sobre sus hombros, era hermosa y ella no escatimó en mostrarlo con falsa modestia.
Se trataba de Adelaide, no tenía el gusto de conocerla personalmente, pero había visto infinidad de fotos de ella en los últimos tres meses como para reconocerla en cualquier lugar, el nudo en su garganta le impedía pasar la saliva y sus manos comenzaron a temblar cuando comprendió finalmente el significado de esa mirada.
Ella lo sabía todo y no había forma de que él pudiera escapar nuevamente.
William tomo su brazo distrayéndolo por unos segundos, cuando volvió la vista hacia la dirección de la hermosa dama, ella ya no estaba ahí.
Era un hecho y ahora estaba seguro de que lo peor aún estaba por venir.
...
Pequeña manos recorrían su espalda tratando de reconfortarle aunque fue inútil porque se necesitaba mucho más que el cariño de su esposa para que eso pasara, vio esos tormentosos ojos en el reflejo de la ventana, pero no fue suficiente para que buscara de nuevo la figura que estaba parada a la distancia de frente hacia el pequeño lago frente a su ventana, su corazón se detuvo por una fracción de segundos cuando aquel hombre alzo su mirada en dirección a su ventana, era imposible que pudiera verlo, pero el imaginar tener de nueva cuenta su mirada sobre él era algo que había imaginado años atrás y ahora no sabría qué sucedería, quizás el mundo se detendría y su corazón dejaría de latir. Posiblemente caería de rodillas ante una ínfima posibilidad de que ese hombre le regalara una sonrisa de nueva cuenta y no le importaría humillarse aplastando todo lo que él había luchado por formar, Deseo hacer trizas esas tontas esperanzas y recordar el amargo sabor de las lágrimas que derramo en el pasado y entonces el buscaría la más cruel de las formas para vengar su corazón roto.
Era increíble cuanto podría soportar su alma el ser pisoteado y aun buscar un pequeño cierre, para poder respirar de nueva cuenta.
Adelaide no merecía presenciar tal escena, pero ahí estaba; guardando cada lagrima haciendo todo lo posible por sujetarlo y no dejarlo caer en un abismo.Aun podía recordar las palabras de su padre, afirmando que él había aceptado vender su amor por una miseria a los ojos de su padre. El abrazo de su esposa era lo único a lo que podía aferrarse por ahora.
Limpio el amargo rastro que habían surcado sus lágrimas con intensa pena, amargura o desabrimiento, el sabor de la hiel en su hoy sería el incentivo correcto para no caer de nueva cuenta ante Jimin. No estaba dispuesto a darle de nueva cuenta algo tan valioso.Esta era la oportunidad de Yoongi para hacerle pagar por todo el daño causado sin importarle quien estuviese en medio, ya después purgaría cada uno de sus actos.
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PASAJEROS PERMANENTES 《YOONMIN》
FanficEl reencuentro de dos antiguos amantes que debió quedar como un recuerdo lejano en sus memorias les dara el poder de continuar con sus deseos más profundos ¿Serán capaces de seguir adelante o caerán de nueva cuenta en la dulce tentación de un reenc...