SOMBRAS

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"Y en la obscuridad me encuentro,
tratando de iluminar mi alrededor con tu recuerdo."

La brisa mecía en un lento vaivén las pequeñas e inertes hojas tiradas en la acera y la desolación marcada en la ventana por su frio reflejo. Un otoño mas en la lista, el largo suspiro empaño una ves mas la ventana de su habitación. Y al parecer faltaban muchos más suspiros que regalar a cada una de las memorias que se reproducían en su mente, la inspiración parecía venir del frio clima que atravesaba la ciudad. Cuantas cosas que quería decir y tantas cosas de las que quería hablar, pero no había nadie a su lado, una vez mas así era su realidad.

Una pequeña risa burlona salió de sus labios, retándolo a recordar el porque estaba en esa absurda y solitaria situación, rememorando la estúpida decisión que tomo hace cuatro años en el pasado, cuando cobardemente cubierto por las sombras de la obscura noche huyo como el peor de los criminales. Dejando atrás a la persona que le había entregado tanto de si mismo. Entonces la cordura amenazaba con destrozarlo haciendo que mirara el viejo número de teléfono anotado en la libreta que sujetaba tan fuertemente entre sus manos. Y la tentación se levantaría y lo arrastraría para revolcarlo aun mas en su miseria al escuchar esa voz que tanto anhelaba escuchar. Y antes de poder hacer una locura grito con todo el dolor y la desesperación de su corazón que hervía en una incesante furia consigo mismo y con tantas personas que lo llevaron a tomar esa decisión precipitada. Grito con todo y con nada de las fuerzas que le quedaban, arriesgándose a perder la cordura, y siguió gritando hasta quedarse sin voz, hasta que finalmente lo cubrieron sus lágrimas. Un fino manto de lágrimas cubrió la tristeza de sus ojos y cuando sintió la calidez que lo sostenía en un abrazo tan familiar pensó por un momento que él estaba por fin a su lado, pero cuando la sombra que lo cubría se esclareció se dio cuanta que no era así, y aunque fue tan egoísta de su parte, decidido aferrarse con tanto ahínco a esa caricia en su piel que lo marcaba de una forma tan similar a ese recuerdo.

Quizás fue por la locura del momento o quizás por la extraña situación en la que se encontraba, pero beso a aquel hombre, lo beso con tanto odio que logro adormecer sus sentimientos, lo tomo como un placebo a falta de un anestésico mejor, entonces se odio por volver a ser esa persona que odiaba, y mientras escapaba por un momento de la realidad se refugio en ese toque ajeno, anhelando que destruyera ese templo que había erigido aquel hombre de su pasado, aquel que con tanto amor cimento Yoongi.

Esa fría noche cayo en los brazos de un recuerdo en específico, mientras alguien más tomaba su febril cuerpo, y con cada roce y ruido se concentro en aquellos dulces sonidos de primavera que pasaron en su mas brillante juventud, clamando por una oportunidad más.

...

William observo el perfil de su compañero de cuarto, la tersa piel se erizo con el ínfimo toque de sus dedos, ahora se veía tan pequeño y frágil, no como cuando lo encontró en ese extraño trance y pensar que una cosa lo llevo a otra. Esas extenuantes horas en que lo tuvo para sí mismo, la satisfacción que se desencadeno, habían sido robadas y él lo sabía, se había aprovechado de un momento de vulnerabilidad y a pesar de que pensó que había robado cada uno de esos pensamientos de su joven compañero sabía que no era realmente así, porque el solo fue el medio para sedar el doloroso episodio de su amigo, pero al igual que el acto egoísta de la noche pasada, el era tan masoquista que seguiría tomando tanto como pudiera y continuaría ambicionando con tener algo tan preciado como el amor del hombre que yacía ahora en su cama.


Ambicionar mas de lo que se puede manejar termina mal, pero anhelar tener algo real también es peligroso, solo le quedaba bailar en una cuerda floja que estaba destinada a romperse en cualquier momento.

PASAJEROS PERMANENTES  《YOONMIN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora