FUIMOS LIBRES

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El cuidadoso toque de la piel desnuda sobre su cuerpo era lo más parecido que encontró que pudiese ser descrito como paraíso, nada que él conociese podría igualar la reconfortante y cálida caricia de su amante.
Trató de recordar si alguna vez se sintió de la misma manera con alguna de las tantas parejas que habían pasado por su cama, y no tardó demasiado en llegar a la conclusión de que nunca podría encontrar de nueva cuenta ese toque único y certero.

Y aunque su parte favorita era sentirse amado en cuerpo, no podo desestimar el ser amado en Alma. Porque aun cuando mostró cada una de las pequeñas imperfecciones que lo complementaban como un ser humano, se sintió plenamente amado.
Eso sólo podía aumentar su amor por el hombre que lo sostenía firmemente, porque nadie se había dado el tiempo suficiente de conocer cada una de sus aristas y bordes más colosales.
Solo él había logrado llevar a Park Jimin a lo más profundo de una vorágine desbordante de éxtasis, del cual Jimin consumió tanto como pudo en las horas que parecían inagotables cuando estaba a su lado, bebiendo desenfrenadamente de las caricias y palabras susurradas con el cálido y dulce tacto que le regalaba únicamente él.

Siendo consciente de que nunca encontraría de nueva cuenta a alguien como él, no pudo evitar ser egoísta al disfrutar de todo lo que le obsequiaba esa noche, sin dar ninguna pista de que ese sería su último encuentro, guardando codiciosamente cada segundo en su memoria.
Y despidiéndose silenciosamente en cada "te amo" recitado de la noche, robo he impregno sin saberlo su Alma en la piel contraria cuando grito en la culminación del maravilloso momento de su liberación y la de su amante.

Tomo de igual forma sin permiso el calor de los brazos y el latido del corazón del pecho que lo resguardaba de todos sus miedos.


No, no, no, simplemente no lo encontraría en ningún otro hombre de nueva cuenta. Lo perdería para siempre y eso nunca se lo perdonaría.


El afilado perfil iluminado apaciblemente por el suave halo de luz lunar que se filtraba por las semitransparentes cortinas, fue lo último que decidió resguardar celosamente en su memoria. Y con un último beso en la cien de su amante, dejo impresa cada una de las palabras que diría si tuviese el valor necesario para despedirse. Silenciosamente grito desesperado por el perdón de su traición, y trago el doloroso nudo de su garganta, limpiando cada una de sus lágrimas mientras salía por la puerta sin mirar atrás una vez más.




"Don't let go
I've wanted this far too long
Mistakes become regrets
I've learned to love abuse
Please show me what I'm looking for"

PASAJEROS PERMANENTES  《YOONMIN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora