RESCUERDAME: EL ULTIMO PASO

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"Y entonces un piano, lejano, cantaba con melancolía, esperando a que sus manos lo acariciaran y sacaran esa desolación."

Infinite, songs for someone
autor: Neptune-snup




Sin un adiós que recordar, sin una razón que le dijese el motivo de su partida tan repentina, nada, absolutamente no había nada, salvo los recuerdos compartidos.
Yoongi casi creía que estaba perdiendo la razón de no ser por las otras personas que también se preguntaban por el paradero de Jimin.

Necesitándolo ahora mas que nunca, y ahora se encontraba tan perdido pensando  ¿qué había hecho mal para no merecer siquiera una despedida?

Desesperado por encontrar una respuesta a cualquier costo tomo su teléfono y marco al número que nunca creyó tener que recurrir de nueva cuenta.

-Tardaste más tiempo del que esperaba. - la fría y gruesa voz de su padre lo saludo con la respuesta que buscaba. - ¿Por qué? – fue lo que pudo articular Yoongi temiendo por la respuesta que recibiría.

-Es tiempo de que regreses a casa hijo. – Palabras que marcaron el inicio de un futuro del que había creído escapar.




Actualidad.



Los largos días de trabajo le estaban pasando la factura, con un total muy caro de pagar, sinceramente no sabía cómo podía seguir de pie ante tantos inconvenientes que pasaron unos días antes de tomar el vuelo, afortunadamente pudo conciliar el sueño unas pocas horas antes de que iniciaran las turbulencias que le impidieron continuar descansando, pensando en lo patético que era para un hombre de su edad perder los nervios ante circunstancias tan fuera de su control.

Desgraciadamente tenía un compromiso con el cual cumplir y era después de todo un hombre de palabra para su mala suerte. Quizás podría aprovechar el tiempo en la finca de su familia política y por fin descansar. Solo por tratarse de Violet su cuñada favorita, haría el esfuerzo de comportarse y no arruinar la fiesta para todos, quizás con eso se quitaría de encima por un tiempo a su esposa. Suspiro pensando en Adelaide; su amiga antes que su esposa, su fiel compañera, últimamente había estado comportándose de cierta forma extraña alrededor de Yoongi, cuidando sus palabras y pasos, algo no tan común en su comportamiento habitual.

No quería admitirlo, pero eso lo estaba poniendo mas nerviosos que de costumbre, nunca tenía que esconder algo de Adelaide, pero en las semanas pasadas también él había estado pisando con pies de plomo a su alrededor, los recuerdos yendo y viniendo sin parar, girando cada vez más en su cabeza sin anticipación alguna.

Creyó haber dejado atrás esa parte de su vida resignándose al futuro que ahora compartía con Adelaide.
Pero el extraño sabor de un presentimiento naciendo en el centro de su pecho, del cual no podía diferenciar si era bueno o malo, y en que forma cambiaria las cosas.

¡Dios! Pasar tiempo con su esposa lo estaba afectando de cierta forma, primero los recuerdos aleatorios bombardeándolo en cualquier momento de su día, el comportamiento de Adelaide con él, el inesperado reflejo de una figura aun muy familiar para el en los cristales de la sala de espera, luego la voz fantasmal de cierto hombre arrullándolo en el avión, si realmente necesitaba dormir mas que solo un par de horas.

Era inútil evocar esos recuerdos ahora, lo pasado había quedado enterrado y ya no quería sufrir de nueva cuenta, no cuando las palabras de su padre se reproducían tan claras en su mente aun después de tanto tiempo, "Solo ofrecí una cantidad y pareció ser la correcta si tu estas ahora aquí."

El amargo sabor de la bilis subiendo por su garganta en aquel entonces se sentía tan vivido al volver a recordar ese triste episodio de su vida.
Deseo poder odiarlo tanto en aquel entonces, pero algo lo impedía con tanta urgencia que se había consolado en pensar que tal vez Jimin tenia razones suficientes para haber aceptado ese dinero, sintiéndose tan tonto por buscar consolarse con esa falsa ilusión.

Una cruda y dolorosa exhalación del aire que había retenido sin darse del todo cuenta salió, liberándolo solo un poco, fue cuando realmente miro la ventana y se percato de su llegada a la finca. Su teléfono vibro con un mensaje nuevo de su esposa. Al leer el inesperado mensaje su estomago cayo sin previo aviso, de nueva cuenta las palabras marcaban un cambio en su futuro.



DE: Adelaide
martes, 15. 8:10 a. m.

Él está aquí, Jimin está aquí.

PASAJEROS PERMANENTES  《YOONMIN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora