For love [ KookMin ]

024

Un nuevo día comenzaba en la gran cuidad de Corea. JiMin avanzaba en las calles tranquilamente, después de haber hecho sus compras se dirigía a la casa de su amigo, YoonGi. Hace mucho que no lo veía y lo extrañaba.  Le regalaría un hermoso sweater negro con líneas blancas. Estaba emocionado por verlo.

Cuando estaba llegando, sonó su teléfono, alguien estaba llamando. Sus nervios aparecieron cuando pensó en el día anterior, pero se alivió al ver que JungKook estaba llamando.

— ¿Kook?—contestó.

—Minie ¿Cómo estás?—le habló su novio.

—Estoy bien ¿y tú, Kookie?

—También, bebé, estaré dos días fuera de la ciudad. Visitaré a mis primos.

—Está bien Kookie, disfruta de tu estadía con ellos—le dijo pacientemente.

— ¿Qué estás haciendo, bebé?

—Estoy visitando a YoonGi, hace mucho que no lo veía.

Un silencio pasó luego de haber dicho lo último. Fue curioso, daba por hecho que YoonGi y él estaban en buenos términos.

— ¿Kookie?

—Yo- aún estoy aquí. Es bueno saber eso, reforzar la amistad es bueno. —dicho eso JungKook colgó inesperadamente.

Estuvo dudando, ¿realmente le había molestado a él nombrar a YoonGi? Ó ¿Sólo era cosa suya? Intentó llamarlo de nuevo, pero este le mandó al buzón de llamadas. Aquella actitud lo confundía. Incluso, sentía temor por ello. Algo sucedía con JungKook y no tenía idea de qué.

Dio un profundo suspiro antes de tocar el timbre.

…

Simplemente la idea YoonGi y JiMin juntos le dejó un amargo sabor. Y más cuando el día anterior cuando su novio dijo que estaba hablando con un amigo. Podría pensar que fue YoonGi pero, si fue así JiMin se lo hubiera dicho.

Y todavía recordaba aquel extraño que intentó propasarse con JiMin, podría jurar que ya lo había visto, pero no sabía dónde ni cuándo. Y por eso le había dicho a JiMin que estaría dos días fuera, dos tratando de encontrar a esa persona. Y lo haría en aquel pub.

Quizás estaba actuando sobreprotectoramente, pero detestaba que lastimaran a sus seres queridos. Y JiMin lo era. Pensaba que su relación no iba durar, sin embargo le estaba gustando ver a JiMin todos los días, ver sus sonrisas con sus mejillas sonrojadas. Le provocaba un revoltijo cálido dentro de su pecho. Y eso ya no le asustaba porque sabía que todo iba en serio. Nada podía salir mal  a menos que no encontrara a cierta persona.

Esperaba lograrlo esta noche, cuanto antes sería mejor.

Pensó quizás era momento de visitar a su amigo. Nam no debería estar tan ocupado, pensó.

Tomó un taxi olvidándose que tenía su auto. Esperaba que no fuera una mala idea lo que iba a hacer. Después de unos momentos pagó y bajó del taxi quedando a las puertas de un gran hotel, cortesía de Nam que amaba vivir en un hotel. Llamó a su piso y esperó más de un minuto que respondiera.

—Sí.

—Soy yo, JungKook.

— ¿Justo ahora, hombre?—escuchó la insatisfacción de su amigo, sonrío ladinamente.

—Sí, vengo a joder tu vida Nam, abre ya—ordenó.

Cuando escuchó el pitido supo que podía subir.

Cuando fue recibido por su amigo, jadeó incrédulo con lo que divisó.

—Qué te sucedió, Nam?—preguntó sardónico por la apariencia de su amigo.