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Si bien no tendría que estar tan furioso solo había sido un par de manos en su cintura, sin mencionar que no le disgustó esa sensación pero lo ignoró. Y quedándose como un tonto frente a Jin y al que lo acompañaba, aún cobarde por haberse ido así sin ninguna explicación.
Ahora estaba en clases sin su cuaderno ni sus apuntes y colmando su paciencia para no exasperarse.

Menudo día de mierda, pensó.

Se fijaba la hora para poder reunirse en el centro comercial con Hobi, tenían que hacer ciertas cosas así que decidió acompañarlo. Tan sólo faltaban unos cuantos minutos para poder marcharse.


(…)





Su sonrisa sólo daba un aire tirano, y la razón es que sentir el cuerpo del pelirrubio era tan cómodo como si ahí perteneciera, vaya que gracioso querían imaginar más todavía pero solo esperaría a que cayese a sus brazos y se entregara.

Tan sólo eso deseaba.

Bueno tenía que admitirlo el cuerpo de JiMin realmente le ponía, no era sólo su cuerpo también esa actitud de no estar interesado le hacía ver tan caliente, pero sabía que también lo deseaba lo notaba en sus ojos y esa inconciencia cuando se perdía en su tacto.

Dejemos de jugar al gato y el ratón JiMin terminarás cayendo.

No hubo nadie, en su vida amorosa si es que así se le podía llamar realmente él no había estado con nadie, no quería decir que ahora quería sentir esa bobería sobre el amor. Pero él pensaba qué mierda tenía eso sí solo la genta se apegaba a su pareja pensando tener aquel supuesto afecto hacía su prójimo. Y a veces lo dudaba si realmente ese afecto amoroso era lo que a la gente lo hacía actuar y cambiar.

Siempre que veía parejas pasar por sus lados, él decía que un día lo engañará o quizás la otra persona. Para él todos sólo querían aventuras.

Aventuras, lo que él siempre gozaba en su plena juventud.

Justo ahora se dirigía al entrenamiento, su equipo le esperaba así que no se tardaría en llegar. La cancha ya estaba ocupada por el otro equipo y también de los suyos. Sería una buena jugada ahora si los enfrentara como siempre había oportunidad, y el cómo ala-pívot les daría revancha.

Aunque sí sería una buena jugada, lo era más interesante cuando se enfrentaba a Min y lo sorprendente era que también era un ala-pívot y era más bajo que él.

Y con más razones ahora podría hacer todo por verlo claudicarse frente a él en el juego.

— ¡Oye Min! Una jugaba—y lo había dicho afirmándolo no cuestionando aquello.

Frente a él llegaba YoonGi con su típica camiseta y su equipo por atrás, quería despedazarlo a como diera todo.

—Siempre—sí, es que siempre tendían a tener partidos que a veces terminaba uno que otro conflicto con alguno de los jugadores. Pero era gratificante todo después del combate.

Se enfrentaban dos chicos, uno de ellos que deseaba darle con todo su enojo por algo personal y que creía que se entrometía en sus asuntos y para otro sólo era más que un partido con su queridísimo enemigo.

Después de todo era como siempre fue, un partido, cantidades de rivales y quien sabe… ¿Un premio? ¿Ganador y perdedor?





(…)


Y él escuchaba, iba a ver un partido de baloncesto y al parecer eso era tan llamativo y popular ahí. Los estudiantes estaban apurados por llegar a tiempo y en buen momento para presenciar cierta cosa y obviamente despertaron curiosidad e intriga en el pelirrubio, decidiendo ir por o menos ver lo bueno de tal partido.


For love [ KookMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora