For love [ KookMin ]

002

Confundido, exactamente así se sentía JungKook.

— ¿Qué pasa JungKook, el ratón te comió la lengua? Oh no sabía que existía el canibalismo entre su raza—Dijo con cierta burla.

WonHo era conocido por ser algo problemático. Pero cuando se trataba de alguien parte de su familia podría ser algo quejumbroso. Conocía muy bien a JungKook y el tipo de persona que era. No quería que le hiciera nada a su pequeño Minnie. Nada.

—Vamos Won sólo quiero conocerlo.

—Nada de eso Kook, JiMin no es el tipo quien siempre tratas. Así que aléjate de él. O te la verás con nosotros. —finalizó ShowNu.

JungKook muy resignado se fue. Claramente no se rendiría, algún momento lograría hablar con él.

El timbre de receso ya había sonado. Todos los alumnos estaban con sus amigos u otros en la biblioteca. Como un rubio. JiMin buscaba libros de la mitología griega. Apenas llegaba tenía un proyecto que producir, bueno estas estaban relacionadas al arte y música para su gusto, así que no se quejaba.

Encontró las sagas que buscaba. Sólo los necesitaba en sus manos y resuelto. Estiró sus brazos para lograr sacar los libros, pero vaya no llegaba. Pasando de desapercibido se ponía de puntillas y aun así no las alcanzaba.

Intento con un pequeño salto.

Otro más.

Y no llegaba.

Saltó más alto ahora.

Soltó un bufido. Odiaba ser ciertamente algo pequeño.

Tan ensimismado en sus pensamientos un cuerpo llegó a estar tras suyo. Unos brazos fueron a la dirección de los libros que quería. Alegre de que al fin los tuviera. Quiso agradecerle al desconocido, pero no pretendía con que el tipo. Estuviera sosteniendo los dos libros fuera de alcance. Alguien le estaría jugando una jodida broma o qué. Insatisfecho dio media vuelta para encarar a quien quiera que sea.

Pronto los colores se le subieron, era un apuesto chico castaño al parecer más alto que él.

—Pequeño ¿Los quieres?—Refiriéndose a los dos únicos libros que sostenía el castaño.

—Tsk pequeño tu soga, ya dame los libros.

—Refunfuñando lo miró con el ceño fruncido, tan creído era para hablarle así.

El castaño con gesto de sorpresa, aún aturdido por la actitud fuerte del más pequeño. Rudo. Pensó, y claro le gustaba es más le encantaba. Era como un reto para él, que era tan competitivo y no se dejaba a la deriva. Con la personalidad tan altiva y el orgullo por los cielos, quizás debía seguirle un poco el juego a la preciosura que lo tenía en frente.

— Quieres saber realmente si es pequeño como tú dices, huh?

Cierto tono de burla podía percibirse, pero el pelirrubio no se daba cuenta por sentir odio hacia al castaño.

—Deja de joder y entrégame los jodidos libros, necesito comenzar mi trabajo así que no quiero perder mi tiempo con un niñato como tú, vale.

—Pero sí tú más bien pareces un bebé. Un hermoso bebé.

—Bebé ni que mierda me vale ostias—La mirada desafiante de JiMin no se calmaba por nada cada vez el castaño le gastaba su paciencia, tampoco no estaba para sus jueguitos. No es como quisiera que jugaran con el de nuevo. Jodidamente eso ya no pasaría.

—Vale, te las doy, pero—Su bendito tiempo se malgastaba gracias a cierto castaño, rodando los ojos quiso calmarse por lo menos un poco—me gustaría almorzáramos juntos, ¿No crees que sería buena idea?—Quién en su sano juicio va a almorzar si apenas interactuaron por pocos minutos. Vaya chico pensó JiMin.

—No creo que se buena idea, pero lo haré. Si así dejarías de joderme.

El castaño festejando a sus adentros, mientras con una sonrisa asentía entregándole los libros que sostenía. No antes sin contemplar aquellos labios voluminosos y atractivamente deliciosos que poseía el hermoso rubio.

Una buena follada le esperaba.

Eso pensaba él.

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Fuaaa...  pasó ahí?!