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— ¿Realmente era necesario hacer esa escena JungKookie?—divertido JiMin preguntaba.

Después de haber entrado a la clase, JungKook lo había hecho después, pero no simplemente así, vestido provocativamente, aunque la belleza de JungKook era natural, siempre le provocaba el cómo se vestía. Y ese día no fue la excepción, meramente una cazadora negra, bajo una remera blanca y unos negros jeans rasgados, lucía caliente, con sus Timberlake que eran su estilo. Aunque no fue todo aquello, esa vez a quien conoció como MinGyu, estaba sentado a su lado luciendo con una sonrisa ladina. Lentamente JungKook fue caminando hasta su mesa, y tajantemente con un gesto de que se levantara del lugar. Pero, quien a su lado estaba no hizo caso sumiso ignorándolo. Sabía que tanta paciencia no tenía JungKook, sacó sus gafas exasperado mientras negaba silenciosamente.

Lo que pasó posteriormente JiMin no lo tenía previsto, repentinamente sintió que lo tomaba de la nuca y pegaba bruscamente sus labios moviéndolo ya un poco calmado. No pudo resistirse y simplemente se dejó llevar.

Cuando el beso terminó, estaba avergonzado, juraba que toda la clase lo estaba mirando sin decir nada, vio a JungKook tener una sonrisa burlona y con suficiencia. No supo en que momento el tal MinGyu ya se había ido, sentándose con WonWoo, un chico simpático que conocía. Solo esperaba que Kim fuera tan estúpido con su coquetería, no quería que le hiciera daño.

—Sí, estaba en mi derecho—dijo el peli-castaño, mientras arrimaba con un brazo a los hombros de JiMin—yo también quiero preguntarte algo—soltó cuando pararon bajo el árbol, en ese momento era del tiempo recreativo.

JiMin solo miró sonriente—Pues hazlo.

— ¿Realmente me extrañaste?—tratando de sonar cursi, aunque no le salió preguntó calmadamente.

—Pero, yo nunca dije eso—extrañado asumió.

La risa de JungKook avergonzó a JiMin, era tan encantadora que solo le hacía sentir distinto, más seguro.

—Me besaste tan bien—alargando la palabra tan, le dijo.

—Eso no es una razón convincente—negando con su cabeza sonrió feliz y divertido.

JungKook le miró como si fuera mentira, sintió muy bien las manos de JungKook que viajaban a las justa cintura estrecha, mientras lo apegaba más a su cuerpo. Soltó su aliento sobre sus labios, incitándolo a ceder, mirándose fijamente pegaron tortuosamente sus labios en un beso pacífico y dulce. Casi se le escapa un gemido por lo bien que el beso se sentía, realmente bueno. Enrollo sus brazos en el cuello del más alto mientras profundizaban el beso aún más. Danzando un bello baile, deleitándose a su propio goce, ambos estaban en su mundo.

A veces los besos llevaban a otro plano más íntimo, por lo que decidieron detenerse un poco mientras dejaban fluir sus respiraciones agitadas, totalmente embriagados por el sabor dulce y prohibido de labios fusionados.

—Esta razón lo es—afirmando JungKook le beso ligeramente de nuevo, un beso corto y lindo.

Ambos sonrieron enamorados, sin notarlo, tan solo se miraban fijamente.

—Mi padre quiere conocerte—soltó JiMin sin ningún pudor, mientras se mordía los labio nerviosamente.

— ¡¿Qué?!—notó como JungKook casi gritaba por lo dicho, tan solo quiso reírse traviesamente—diablos, le hablaste bien de mí, no, digo quiero que mi suegrito sepa que tiene un buen yerno.

Soltando carcajadas, haciendo que sus ojitos se oculten en una fina línea, se reía JiMin, JungKook solo lo miraba confundido.

—Era broma—dijo golpeando su pecho torpemente, reía sin cesar aún—que yo sepa Kookie no somos novios o algo así, solo estamos saliendo. ¿O no?

For love [ KookMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora