El juego

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Hana corrió hacía mí, y me cargó, y comenzó a correr, porque lo único que se me era posible apreciar eran manchas y manchas de colores verdosos; no escuché algún grito, o el golpe de algo. Solo esperé que Beomgyu no fuese a hacer algo estúpido, no me gustaría que todo acabase mal. Sé que Yeonjun no dejaría que nada le pase a su hermano, el lazo que los única era mucho más fuerte que el sentimiento de repulsión del mayor. A finde cuentas, Beomgyu no tuvo culpa de haber nacido, él no lo pidió.

—Hana, bájame, por favor —pedí.

Las manchas cesaron, pude apreciar el cielo limpio, estábamos en un monte, y por lo visto muy lejos del campo. Aunque se me hacía un tanto tonto el hecho de que me hayan intentado proteger, aleándome de aquel lugar. Mi olor debía de dejar un rastro dulce para mi cazador.

—¿Por qué nos hemos ido así por así? —pregunté, haciéndome el desentendido de toda la situación.

Hana suspiró.

—Michel era parte de los Vulturis, muchos años atrás, hasta que su deseo por la sangre se hizo cada vez menos incontrolable. Un día... —Hana tomó aire, esa historia le repulsaba demasiado—, un día mató a casi toda Volterra; los Vulturis decidieron perdonarle la vida, porque fue un sirviente leal en toda su vida, pero le hicieron prometer que no volvería a atacar a algún humano en Volterra, ya no era bienvenido ahí. Michel ha intentado cambiar el estilo de vida, pero no ha podido, y la vida en las pequeñas ciudades no son de su estilo.

—Pero, ¿no sería mejor acabar con él? —pregunté.

—No es fácil, Taehyun —contestó—. Ningún vampiro puede morderte aquí, ni siquiera Beomgyu.

—¿Por qué? —pregunté, aunque sabía muy bien la razón, Sonkang ya lo había mencionado antes.

—No puedo hablar de eso —suspiró.

Asentí compresivamente, entendía su postura.

—Lamento haberte tenido que llevarte así por así, pero vi sus pensamientos, eran... asquerosos, Taehyun. No podía dejarte ahí, Beomgyu y Yeonjun podrían detenerlos, pero no puedo quedarte aquí por mucho tiempo, no ahora —explicó—, tienes que salir de aquí, esto ya no es un lugar seguro para ti.

—¿Qué vamos a hacer? —pregunté.

—Tenemos que irnos, Taehyun —respondió—, iremos a mi casa, está a cinco horas de aquí.

—Iré por-

—No puedes ir a tu casa, pondrías a tus abuelos en peligro —confesó.

¿Por qué se habían complicado las cosas? ¿Por qué ahora?

—¿Cómo llegaremos hasta tu casa? —pregunté.

—Yo me encargo de eso —respondió, para luego indicarme su espalda.

Antes de que Hana comience con la fuga, miré de reojo al ahora pequeño campo.

Beomgyu —suspiré.

Cuando el bosque estaba por acabarse. Hana me miró por unos segundos, pensando de igual manera, ¿qué es lo que íbamos hacer ahora? A tientas comenzamos a buscar alguna estación de tren cerca, sería muy difícil escabullirse entre los árboles, Hana y yo seríamos muy fácil de ver. Llegamos a un pequeño lugar, supuse que era el pueblo dónde mis abuelos venían a visitar a sus amigos. No entendía el hecho de que alguien quisiera mi sangre tan fuerte como para perseguirme todo ese trayecto.

Hana pagó los boletos del tren, el trayecto tomaría a lo mucho una hora. Me sorprendía la velocidad de Hana, por mucho que no quisiera aceptarlo, su destreza era mucho más fuerte que la de Beomgyu. El atardecer se podía apreciar a través de los ventanales del tren. Las nubes eran blancas y se veían esponjosas, todo parecía ser un día hermoso, y tal vez lo era, pero no para mí. A veces los días depende de las personas, un lunes puede ser fabuloso para alguien, mientras que para otro es una tortura continuar con ese día. A veces nada es cómo parece, a veces solo se necesita de un poco de autosuficiencia para poder sobreponerse ¿no?

✧ our lost summer» TXT; taegyu  ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora