Love Me, Hate Me

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hommy_

En momentos de tormento, es difícil aceptar y diferenciar qué es bueno para una persona, para nosotros mismos, cuando no hay qué hacer, qué ver... Todo es horrible.

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Taehyung tenía ocho años cuando lo conoció, para él fue como si hubiera visto algo tan mágico, las personas son magia, él era mágico, sus ojos brillaban tanto y Taehyung quería verlo, quería hablarle y era eso él tenía algo mágico que para Taehyung era como un imán.

Era un verano normal, caluroso para Taehyung, pero le encantaba poder salir y verlo en su jardín. Siempre de lejos es que la magia es tan distante tan inalcanzable, «Vamos Tae, háblale, es fácil, solo dile "hola"» y con todo el valor que un niño de ocho años podía reunir -que era mucho-  miró a ambos lados de la calle y fue al jardín de ese niño mágico de cabellera negra y piel pálida, dispuesto a hacer un nuevo amigo.

—¡Hola!— Tae saludo alegremente porque ¿De qué otra forma podría saludarlo si no era eufórica y alegremente?

—Hola.

—Soy Taehyung, vivo en la casa de allá— dijo señalando su casa— ¿Cómo te llamas tú?

—Taehyung... Soy Jungkook, vivo aquí— dijo con un desdén.

—Jungkook, hmm, es un nombre bonito, te diré jungkookie— Taehyung era un niño realmente dulce, le regaló una sonrisa muy bonita aunque el tono que ocupó el niño de cabellos oscuros no fuera del todo amable.

—Bueno.

—Jungkookie, ¿Quieres jugar en mi jardín? Hay un columpio y podemos jugar ahí.

—No gracias, no me van a dejar.

—Vamoooos~ pide permiso, puedo ayudarte-

—Dije que no.

—Oh, bueno, adiós— aunque la forma en que la respuesta fue lanzada hirió un poco al pequeño Taehyung, él se despidió moviendo un poco su mano de forma amable, Taehyung siempre fue amable y dulce.

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Taehyung no se daría por vencido, todos los días saludaba a Jungkook desde su jardín y muchas veces no recibía respuesta pero ese día en particular sí la obtuvo.

—Tae, hoy es tu fiesta, ¿De qué sabor quieres tu pastel, cariño?— Sana, su madre le preguntó con cariño, hoy era su cumpleaños número nueve, justamente hoy era un día mucho más brillante porque no solo era cumpleaños de Taehyung sino también el mágico niño de enfrente le había saludado.

—¡CHOCOLATE CON FRESAS MAMI!— contestó tan entusiasmado y feliz como siempre, después de todo, ¿Qué niño no estaría emocionado porque fuera su cumpleaños?—Mami... ¿Puedo invitar a alguien más a mi pastel?— dijo viendo con algo de timidez a su mamá.

—Claro, cariño, ¿Quién es, es un amigo de clase?

—No mami, es Jungkookie, vive en la casa de enfrente, es realmente dulce, ¿Puedo?

—Claro, siempre y cuando sus padres estén de acuerdo.

—Gracias mamiiii~ ¿Puedo ir a invitarlo ahora?