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-¿No crees que ya estás grande para este tipo de cosas?

-¿Entonces que me recomiendas?

-Que te acerques a ella como una persona decente.

Takeshi negó varias veces con la cabeza y dijo-: Si no quieres venir no hay problema.

-Iré, solo para asegurarme que no metas la pata -dije, colocando mis dos brazos detrás de mi cabeza.

-¿Desde cuando las cosas son así? Soy yo el que se asegura que no metas la pata.

-¡Pues no hoy! -exclamé, con una sonrisa.

-Vamos -ordenó, dirigiéndose a quien sabe donde.

-¿Á dónde vamos? -pregunte, para ir detrás de él.

-Al departamento de música y al de gastronomía. Ire a traer a los mellizos.

-Eso... es nuevo ¿Por qué...

-Entre más gente mejor ¿No crees que será sospechoso si vamos solo nosotros dos?

Bueno, era mejor para mí, podría tener una cita con Takato-San si ese era el caso.

-¿Qué tiene de sospechoso que dos amigos vayan a una feria, y que de "casualidad" se encuentren con unos estudiantes de derechos y leyes de su universidad?

-No tendría nada de sospechoso si esos "dos amigos" no hubieran estado sentados detrás de "esos estudiantes", mientras hablaban de ir a la "feria" después de su curso. Y de paso te saludaron.

Me quede en silencio un rato, y luego me limité a darle la razón.

-En algo te equivocas, nos saludaron a los dos -recalque.

-Cuando las personas saludaran a otras suelen verlos a todos. Esas personas solo te miraban a ti, mientras se sonrojaban y jugaban con su cabello riendo nerviosamente -mencionó, con fastidio en su voz.

-Pero Keiko-Chan te miraba a ti, así que prácticamente nos saludaron a los dos -recalque.

-Tú lógica es pésima -dijo, con la punta de su nariz roja.

-¿Por qué debería ir? -cuestionó el azabache, que acababa de salir del edificio

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-¿Por qué debería ir? -cuestionó el azabache, que acababa de salir del edificio.

-Porqué la familia...

Antes de que Takeshi terminara su oración, Takato bufo y empezó a caminar.

-Totaka-Chan, vamos ¡Será divertido! -exclamó su melliza.

-Tú ibas a ir de todas maneras ¿Me equivoco? -recalcó, deteniendose.

La omega se sonrojo y soltó una risita con nerviosismo.

-Espera ¿Ibas a ir? -exclamó Takeshi, con sorpresa- ¡Ja! Sabía que era demasiado bueno que aceptaras sin ningún tipo de chantaje ¿Con quién ibas a ir?

Solo mi futuro esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora