14

763 52 31
                                    

La última vez que vi a Takato-San fue hace un par de días.

Aquella noche, lo acompañaba camino a su casa luego de un concierto que tuvieron, su hermana se quedaría más tiempo en el café, así que aproveché la situación para pasar tiempo con él.

Tenía planeado invitarlo a salir el día siguiente, pero fui brutalmente rechazado por aquel azabache.

Resultaba que el omega ya tenía planes para el día siguiente, y no podía cancelar el compromiso que tenía. Resignado, acepte positivamente el horroroso rechazo que se me fue dado, pensando que podríamos salir luego... ¡Ja! Luego, hace años que no le he visto la cara. Sé que estoy siendo exagerado, pero cada que quiero ir a buscarlo me dice que sigue ocupado, y no puedo ir a verlo de sorpresa porque sé que me va a regañar ¡Ni siquiera me contesta las llamadas!

¿Me estará poniendo lo cuernos?

Solté un suspiro, mientras miraba mi teléfono que estaba sobre la mesa.

-¿Puedes suspirar en silencio? -Pidió el castaño que estaba acostado en el sofá.

-No tengo mute -contesté.

Quitando la vista de su celular, Narumiya-Kun me observó, y pregunto-: ¿Qué tienes?

-Extraño a Takato-San -balbucee desanimado.

-¿No te ha escrito?

-Si, pero no es lo mismo que verlo. Sin mencionar que nos contestamos cada que nos acordamos, así que los chats no son fluidos jeje.

-¿Por qué no le llamas?

-No contesta.

-¿Por qué no vas a verlo de sorpresa?

-Me va a regañar.

-Bueno, entonces sigue sufriendo -soltó, regresando su vista al celular.

-¡Eso no ayuda! -gruñi-. ¿Qué tanto haces?

-Estoy leyendo.

-¿Qué estás leyendo?

-Es una historia de un ex detective que termina en un psiquiátrico por razones desconocidas; por el momento, y que no lo pueden tratar porque nadie lo soporta, hasta que llega un doctor que es el primero en mostrarle simpatía y entabla una relación con él. Se van enamorando mientras pasan una serie de acontecimientos que hacen que el detective termine en el hospital donde trabaja el doctor, y que regrese a su trabajo para resolver un caso -Comentó.

-Suena interesante.

-Si, está buena ¿Pero sabes que también sería bueno? ¡Qué la floja escritora actualicé de una buena vez! ¿¡Está muerta o qué!? ¡Espero que pise caca de perro en la calle, por no subir nuevo capitulo! Pinche floja -alegó, para seguir leyendo.

-Si no actualiza ¿Entonces por qué sigues leyendo?

-Es que... Joder, esto si es literatura -Suspiró, con aires de crítico.

Iba a seguir la conversación, pero mi atención se desvío totalmente a mi teléfono que sonaba. Con alegría, exclamé-: ¡Es Takato-San!

-Contestale.

-Iba a hacer lo que mi hermano había dicho, pero me detuve y preferí cruzarme de brazos e ignorar el dispositivo-: No le voy a contestar.

-¿Eh? ¿Por qué no?

-Estoy sentido.

-¡Pf! Es Saijo-Kun, nadie se puede resistir a él. Le vas a terminar contestando de todas maneras.

-No, mi determinación está al máximo.

-... Tres... Dos... Uno...

Al sentir como el teléfono iba a terminar de sonar, tomé el aparato, y con la alegría de antes, contesté de inmediato-: ¡Takato-San!

Solo mi futuro esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora