-¿Te encuentras bien? -Preguntó, Yukina-San. Di un suspiro y negué con la cabeza, mientras seguía ordenando los mangas con portadas colores pastel-. ¿Problemas con tu omega?
-No, es solo que no lo voy a ver en todo el fin de semana -aclaré.
-¿Á qué se debe?
-Esta en camino a la boda de su prima castrosa.
-¡Ja! Pobrecito. Bueno, no es como que pudieras hacer mucho al respecto.
-Lo sé.
-Trata de mantenerte al tanto de él, estoy seguro que tus mensajes le ayudarán a soportar el lamentable evento.
Un cliente se acercó a nosotros interrumpiendo la conversación, con una sonrisa me dirigí hacía ella y le ayude con su búsqueda.
Solo espero que a Takato-San le vaya bien.
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Takato:
Definitivamente me va a ir mal.
Estábamos cerca del hotel en donde se realizaría la boda, y ya me olía a desesperación.
-¿Y si me tiro por la ventana?
-Invita –concordaron mis dos hermanos.
-Vamos chicos, no es para tanto -Calmó nuestra madre-. Estoy segura que se la pasarán bien.
-Eso le dijeron a tu yerno, y ahora tienes un nieto -recalcó Takako.
-Jeje –soltó nuestro padre, que tenía su atención en el camino.
