¿Entontaste las glicinas que buscabas?— Anko pregunto con curiosidad, la Kunoichi estando sentada en la mesa mientras que comía algo de pescado.
...En este país es muy improbable que crezcan glicinas.— Naruto hablo suavemente, los palillos en sus manos tomando la carne blanca y llevándola hacia su boca— Por cierto, Yakumo está mejorando, ¿Verdad?
Los miembros del equipo doce estaban sentados en la mesa, la familia de Tazuna acompañándolos ya que todos estaban cenando, dicha comida consistiendo en pescado y algunas verduras acompañándolo.
Así es...— sabiendo que su estudiante obviamente quiso cambiar de tema, unas risitas algo sádicas escaparon de la boca de la Mitarashi, está enfocando levemente su mirada en la niña castaña la cual comía en silencio con una serie de inusuales características.
Su piel traía leves heridas, dos cortes en su mejilla derecha y algunos más bajo su ropa la cual estaba algo sucia, incluso tuvo que quitarse su Kimono rosado ya que estaba sucio y un poco roto, ahora vistiendo una holgada camiseta negra de mangas cortas, prestada por Naruto para la eterna vergüenza de Yakumo, debajo de la prenda del pelirrojo llevando una armadura de malla roja, algo que la ilusionista nunca tendría el valor de llevar únicamente en público a diferencia de Anko la cual no tenía problemas en lucir sus grandes senos bajo su gabardina. El conjunto terminando con sandalias marrones y pantalones morados los cuales llegaban hasta la mitad de la tibia.
Ahora Yakumo debería poder manejarse bien en la niebla...— encogiéndose de hombros, la Sensei sonrió levemente mirando al pelirrojo, notando como este comía en calma— Mañana se harán seis días desde que llegamos...Zabuza podría atacar en cualquier momento, por esa razón mañana iremos Yakumo, Sai y yo. Tú te quedaras aquí.
¿Qué?— Naruto casi se levanta indignado, sus ojos estrechándose al observar a su Sensei— ¿Por qué?
Porque yo te lo ordeno, Naruto.— Anko hablo con un nuevo tono de seriedad, sus palabras causando que el Jinchuuriki estrechara los ojos con una leve mueca— Cuando lleguemos al puente, yo deberé luchar contra Zabuza, Yakumo protegerá a Tazuna y Sai luchara contra el mocoso enmascarado.
¿Por qué no puedo ser yo? Que Sai se quede y los proteja.— el joven hijo del Yondaime casi gruño al hablar, cosa que hizo que Anko suspirara levemente ya que no podía dar la explicación entera.
Durante todo el tiempo que estuvieron en Nami, hizo todo lo posible para que Sai y Naruto estuvieran relativamente juntos, después de todo ya que su estudiante pelinegro era un ANBU asignado por Danzou, su misión no radicaba en obedecerla y tal vez jamás lo haría, el ninja sin emociones era casi un comodín que solo vigilaría al Jinchuuriki dependiendo de la situación, sin separarse de su lado si le era posible, si no podía estar cerca lo observaría desde lejos.
Por lo tanto, si en un día Naruto era asignado a custodiar a Tazuna y Sai para proteger a Tsunami e Inari, el ANBU de Raíz abandonaría su papel para vigilar a Naruto, dejando al descubierto a los civiles los cuales podrían ser secuestrados debido a ello. Había aprendido por las malas que ambos ninjas debían estar juntos.
Sin embargo, con el riesgo de que Zabuza y su compañero podrían comenzar el ataque desde mañana en cualquier momento, Anko no podía arriesgarse.
Puede que Yakumo pudiera defenderse sola pero aún era susceptible a errores de novato además del gran problema de que la joven del clan Kurama no asesinaría a nadie, aun no estaba lista para tomar esa decisión. Por lo tanto, cualquier descuido que pasara mientras que la ilusionista protegía a Tsunami y su hijo era crucial, incluso el más mínimo error al someter a los secuestradores y atarlos podría hacer que ellos se soltaran y atacaran a la Kunoichi desprevenida.
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El Imperio Rojo
FanfictionEl País del Remolino, tierra donde un clan se asentaba con deseos de paz y tranquilidad. No tenían objetivos de conquista ni metas de dominación, solo eran una enorme familia cuyo único error fue ser demasiado poderosos a ojos de los demás. A causa...