Dos

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El silencio sustituye el sonido del motor de mi moto tan pronto como me detengo frente a mi casa. Mis pies pisan tierra al momento de bajar, llevando conmigo unicamente la llave que guardo en el bolsillo trasero de mi pantalón. Oscuridad que se mantiene a mi espalda en el garaje, cerrando la puerta de conexión con mi solitaria vivienda a mi espalda.

Alejándome de esta puerta voy directo a la cocina, no preocupándome ni en prender la luz. Tomando un vaso del armario, llenando este de agua, me detengo por un momento a beberlo, sintiendo unicamente de la trasparente bebida el frio de la misma pasar por encima de mi lengua, descender por mi garganta, perdiéndose en donde debe de mi organismo, dejando el vaso en su lugar tras limpiarlo, yendo en este instante a mi dormitorio donde me dejo caer sobre mi cama consciente de las horas en vela que pasaré, no siendo capaz en las últimas semanas de conciliar el sueño realmente, no teniendo la sensación de necesitarlo por mucho que tome el esfuerzo para dormir al menos unas horas, suficientes estas para obtener el descanso que mi cuerpo necesite.

Estirando mis piernas, quedando más acomodado así sobre esta cama que inútilmente tengo ya ocupando lugar, miro en dirección al techo, tratando difícilmente de olvidar esa imagen, de borrarla de mi cabeza y procurar no vivir con el recuerdo de mis padres muertos, aunque me sirva con mi sed de venganza, al razón por la cual ahora mis pasos irán por un camino distinto, en busca del responsable consciente de no ser ese monstruo que en cenizas ha quedado.

— Amigo no puede ser verdad lo que he escuchado.

— ¿Dónde ha quedado la intimidad si tu mejor amigo decide allanar tu propiedad?

Sentándome, a pesar de la oscuridad que nos rodea, alcanzo a ver en este instante a Jeonghan parado en la puerta de mi dormitorio, vestido con su clásico pantalón blanco de traje, un cardigan del mismo color que tanto le caracteriza sobretodo cuando sus visitas son sorpresa, habiéndome acostumbrado a ello.

— No se como sabes lo de mis padres pero nadie en mi familia lo sabe —me pongo en pie —ni tienen porque saberlo. La hija de mi primo acaba de nacer y no soy quien para arruinarles el momento de felicidad por ello.

— ¿Alguna idea de quien ha sido?

— He prendido fuego a un cadáver de esos demonios chupa sangres pero dudo mucho que sea el asesino —miro en este momento por la ventana —el clan Son, esos están detrás de todo y algún día daré con el líder de todos ellos.

— Tu condición.. —niego —no eres puro Minhyuk y podrían acabar contigo antes de que llegues siquiera a un encuentro con ellos.

— Heredé la parte de mi madre aunque me mantuviese alejado de todo eso y nadie lo sepa —rozo mis colmillos con mi lengua —solo tengo que saber dar con el momento idóneo y cuando esté frente a mi acabar con él como ha acabado con mis padres. Ha desatado una guerra de la que quien no sabrá escapar no seré yo. ¿A que has venido Jeonghan?

— Eres como mi hermano y entre nosotros debemos cuidarnos —se detiene a mi lado —te he visto nacer y le prometí a tu madre que cuidaría de su único hijo. No eres un niño ya Minhyuk, pero tampoco débil a pesar de tu mitad humana. Se que podrás vencerle si luchas contra ese asesino, pero no quiero que vayas solo.

— Soy tu sobrino y dices que soy como tu hermano —me giro para mirarle —me gusta que me consideres tu hermano, pero trátame como lo que realmente soy. Se que mi madre te pidió cuidarme cuando era un niño, cuando descubrió los cambios en mi y mis vasos de zumo cambiaron por dosis semanales de sangre. Agradeceré que estés a mi lado, pero no voy a permitir que un pariente mio muera después de lo ocurrido hace unas horas.

— ¿Hace cuanto que no te alimentas?

— Dos días —respondo sincero —tengo control de eso Jeonghan. No voy a caer en la tentación de atacar a un humano, no soy como los de los demás clanes. Deberías irte y dejarme solo con mis pensamientos.

— Hace hoy una buena noche para quedarte solo con tu sed de venganza —arroja una chaqueta a mi cara —saldremos a dar un paseo y disfrutar de las horas que quedan antes del amanecer. Tu mente lo agradecerá, sobrino.

Recuerdo, viendo a mi tío caminar con esa calma y esa elegancia, como mi madre siempre me hablaba de su hermano antes de conocerle realmente, de suceder que en sus manos acabase para que me cuidase y controlase mis impulsos cuando salieron a la luz y estuve al límite de atacar a un niño en la escuela. Nunca terminé la escuela como los demás niños por culpa de mi naturaleza, mi vida no ha sido sencilla limitándome a ver a mis padres en las noches, conviviendo el resto de horas con mi tío hasta que cumplí los veintiuno.

Ahora vivo de forma independiente, pero eso no alcanzará nunca a significar lo mucho que necesitaré de límites y la sed de venganza por el asesinato de mis padres es lo que más lo necesitará, aunque de ver al culpable ni Jeonghan siquiera podrá detenerme.

Recuerdo cada palabra de mi madre aconsejándome nunca ignorar a mi tío, su hermano mayor, siendo quien más apoyo me dará, quien me guiará por el camino correcto, limitando a los errores que pueda cometer.

Quitándome la chaqueta que ya llevaba puesta, siendo que en esta puedo notar el olor a fuego y muerte adherida a la tela, me visto con la que me ha lanzado, siguiendo tan rápido sus pasos que en un visto y no visto nos encontramos lejos de mi casa, incluso del lugar donde corresponde que está, quedando tan cerca de las montañas que ni una palabra de sorpresa escapa de entre mis labios, al igual que mis pies no emiten ningún ruido que nos delate, siguiendo a mi sabio tío en el camino que ha decidido tomar hasta el final del mismo, la cima empinada del mismísimo abismo, con la inmensa luna ante los dos.

— Tu madre confiaba en que te vería crecer como un hombre sabio, fuerte y digno de merecer el lugar en el que te encuentras ahora —busca en su chaqueta —eres un hombre fuerte, educado y cabezota como tu padre Minhyuk. Pero has heredado mucho de tu madre. Mi hermana era una mujer amable, bondadosa, pero sabia a la hora de proteger a quien amaba. Estoy seguro de que luchó por salvar a su esposo y ahora tu quieres luchar por la memoria y el honor de tus padres. ¿Sabes como se asesina a un vampiro Minhyuk?

¿Qué si se..?

Negando, porque es la realidad que desconozco la forma de acabar con un vampiro a diferencia de saber como destruir su cuerpo por haberlo hecho ya, veo atento a mi tío, encontrándome de un momento a otro con mi mano sobre la suya, un anillo siendo deslizado hasta la mitad de mi dedo anular, quedando este ahí, ligado a mi como si fuese mi destino cargar con ello, siendo el reflejo de lo que soy, de donde provengo y cual es mi destino.

— Un vampiro muere desmembrandolo —asegura —no puedes tu solo. ¿Crees que de ser de ese clan, podrías hacerlo por tu cuenta?

La anticipación del amor fantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora