La anticipación del amor fantasma

Diez

Tan lejos y tan cerca al mismo tiempo y a pesar de eso pude sentir que algo iba mal, verificándolo al encontrarme con un Jeonghan que solo me miraba con el ceño fruncido, sus filosos colmillos a la vista incluso, antes de percatarme de una realidad mayor, encontrándose esta a sus pies, siendo un reguero de partes de un cuerpo desmembrado y casi en ceniza convertido.

— ¿De quien se trata?

— Estabas enfrentándote a él y no lo sabes —su tono es acusatorio —¡casi acaba con la vida de mi sobrino! Minhyuk es humano por tu culpa Hyunwoo, le mordiste, te llevaste de forma que ni yo comprendo lo único que le mantenía con vida y ligado a su madre, mi hermana. ¿Qué pretendes?

— Hacerle daño no estaba en mis planes y lo sabes Jeonghan —advierto —¿dónde está él en este momento?

— En su casa y más te vale que vayas y seas tu quien le explique porque no tiene esa parte de si mismo que ha perdido por caer en tus manos.

Su mirada y toda su atención enviaban odio hacia mi ser, el cual comprendo ahora aunque me cueste aceptarlo porque sea asumir que la realidad es esa, que Minhyuk ya no tiene esa parte de si mismo heredada de su madre habiendo sido unicamente mi culpa por no controlar mis instintos.

Camino con calma en cierto modo aunque los nervios y el miedo son invasivos conmigo por primera vez, acelerando mis pasos hasta estar dirigiéndome a esa casa como si realmente fuese una brisa y no un ser como lo que soy.

No es difícil ni lento llegar a esta casa, tampoco entrar siendo que la puerta de entrada no está cerrada tan siquiera. Mis pasos ahora son calmados, sintiendo su aroma como una guía de a donde debo dirigirme. Además de eso como ayuda también está que haga demasiado ruido, el olor de sangre fresca y la agria sensación que debe sentir y puedo ver en su cara, conteniéndome a acercarme demasiado a Minhyuk porque lo último que quiero es hacerle daño.

— Te has despertado con apetito.

Mis palabras han sido dichas con calma pero su reacción no tiene intención alguna de ser así, siendo que sus ojos me miran por un solo segundo antes de ocurrir lo que realmente sucede, siendo que mi ropa acaba con los restos de esa sangre que tan mal le ha sentado, siendo evidencia real de que las palabras de Jeonghan eran tan sinceras, como real es que Minhyuk ya no es más que un humano, uno al que yo hice daño, siendo único responsable de su situación actual, de que en su hermoso rostro de mejillas sonrojadas vea un sentimiento de culpa por haber expulsado de su estomago todo sobre mi.

Ver rápidamente su intención de marcharse despierta mis instintos, deteniéndole de forma que nuestras miradas se encuentran, viendo sus labios separarse, comprendiendo que algo más es lo que va a expulsar, seguro de que ahora serán palabras con mucho significado para si mismo.

— ¿Qué es lo que ocurre que ahora ni mi organismo acepta de lo que en ocasiones he llegado a tomar como un alimento?

— Te lo explicaré pero primero me quitaré mi ropa y tu tomarás un baño. Lo necesitas, no puedes rechazarlo.

Se bien que aunque ya no sea vampiro intentará escapar, esconderse y rechazar toda ayuda. Sin soltar su mano, por la cual siento ahora una calidez que antes no podía sentir de esta forma, nos llevo a los dos hasta su baño donde le ayudo a quitarse su ropa, pudiendo notar que se siente avergonzado a pesar de ya habernos visto el uno al otro desnudo.

— Me ducharé yo solo —me advierte —no quiero tus colmillos en mi piel de nuevo. Ni tus manos.

Sus palabras causan que sienta cierta diversión por la advertencia que deja con ellas. Ver la cortina que ahora nos separa me permite quitarme mi propia ropa, teniendo el valor por mi parte de entrar en la misma ducha, ignorando sus gritos y peticiones para que salga, pasando mis manos ahora con jabón por su cuerpo que poco a poco va relajándose, al mismo tiempo que uno nuestros labios con calma, sintiendo su calor en mi frio cuerpo, la de sus manos en mis hombros, sus muslos rodeando mi cintura, su cuerpo adueñándose de mi al igual que los gemidos de este cuarto de baño con cada suave movimiento de mis caderas entre sus piernas que a los dos nos envuelve en algo que realmente yo no puedo sentir pero lo vivo y disfruto como cada segundo junto a Minhyuk.

Envolviendo su cuerpo en una toalla, atando otra a mi cintura después de secar su piel y la mía, me limito a cogerle en brazos, yendo así hasta su cama donde nos envuelvo con la manta que solo calentará su cuerpo, no el mio desde luego, dejando un beso en su cabeza pero no a un lado ese sentimiento de culpa tan invasivo que penetra en mi.

— Solo quiero que me perdones —dejo un último beso en sus labios —por robarte lo único que te quedaba de tu madre. Eres humano y por ello no pudo tu organismo aceptar la sangre.

— ¿Realmente soy humano? —asiento —envejeceré y tu.. tu me verás morir.

— Moriré contigo Min —aseguro —me da igual ser un vampiro, la culpa me corroe pero más el sentimiento que aunque no revive mi corazón es real. El pasado es pasado y nosotros somos reales. Te quiero Minhyuk y eso no cambiará.

— ¿No puedes... devolver esa parte de mi?

— Si lo hiciese no serias mestizo —su cabeza descansa en mi hombro —no quiero arrebatarte tu parte humana.

— Aunque sea humano.. ¿serás capaz de amarme y estar a mi lado aún despertando tus instintos vampiricos?

— ¿Cuánto deseas vivir Min? —miro fijamente sus ojos —no puedo hacerte eso.. ya te hice daño.

— No morirás a mi lado cuando llegue mi último suspiro —acaricia mi rostro —no seré el quien te haga vivir con la culpa tampoco en la eternidad que quieras conservarme en tu memoria. No seré el fantasma de lo que sentimos el uno por el otro. El amor es sacrificio. Mis padres sacrificaron su vida por mi y yo quiero sacrificar la mía por ti. Hazlo Hyunwoo, no quiero condenarte, solo amarte hasta que el último rayo de sol viva en ese cielo que tras las cortinas se esconderá en unas pocas horas y nosotros de el mismo.

Minhyuk es sincero en su deseo con respecto a sacrificar el todo por el nada. Su muerte con el paso de los años dejaría en mi ser el recuerdo de un amor que con el paso del tiempo seria como mantener un fantasma en el corazón, siendo ahora la anticipación del mismo que me obliga a decidir que es lo mejor para este humano que tan pacientemente me mira, que me permite sentirlo todo aún sabiendo cuan imposible es.

Inclinándome, acercándome a su cuerpo desnudo, nuestros labios son un encuentro fugaz, concediendo al destino y al futuro junto al presente que sus deseos se cumplan.

Sus manos, sus dedos, perforan mi piel fría como mis colmillos penetran la calidez de la suya, dándole de mi esa parte que le arrebató todo y ahora será el sello de amor real y vivo que nos procesamos y nos mantendrán juntos hasta que la eternidad así lo desee.

Porque lo nuestro nunca será considerado un amor fantasma, sino uno sincero hasta que se rayo del que nos ocultemos pueda con nuestra existencia, juntos, de la mano, corazón con corazón.

Tan frio pero cálido al mismo tiempo.

Tan real, que el sacrificio merece la pena, comprendiéndolo que no hay arrepentimiento viendo la calidez en sus ojos rojos, en su corazón sin latidos, en la unión de nuestros labios y cuerpos en el tiempo que consideremos y hagamos que sea nuestra eternidad juntos.