2

3.4K 318 63
                                    

Kirishima entro en su habitación y se fue a su cama. Ya en ella, cubrió su rostro con sus manos y sonrió, estaba sonrojado.

Se puso a pensar en lo que le había dicho a Bakugo antes, no podía creerlo. Las palabras salieron tan naturalmente, cómo si se tratarán así toda la vida.

Tras pensar sobre eso, se puso a recordar el porque le gustaba su mejor amigo. Aún reía al recordar la primera vez que lo vio. Katsuki era un chico el cual todos le temían, pero por alguna razón, él no lo hacía. Mucha gente siempre le preguntaba el porque andaba con un chico así, que le haría daño, pero Eijiro no le prestaba atención a esas palabras, solo seguía pensando el genial y masculino que era Bakugo. Pero claro, después de pensarlo tanto, se dió cuenta de que tenía sentimientos por su mejor amigo.

Al darse cuenta sobre eso, trato de negarlo muchas veces pero al final, realmente sabía el porque sentía amor por ese chico tan "especial".

El pelirrojo trataba de esconder lo mejor posible sus sentimientos, cada tanto un pequeño sonrojo o una mirada enamorada dirigida al rubio, podía hacer que lo descubra. Agradecía al universo de que eso nunca pasó.

Después de unos minutos, finalmente se quedó dormido. Mientras que un chico, de la habitación de al lado, no lograba conciliar el sueño.

Al día siguiente, con Bakugo.

Katsuki estaba acostado en su cama, mirando el techo. Sus ojos tenían unas grandes ojeras, no había logrado dormir ni un poco ¿Por qué? Estaba pensando en lo que el pelirrojo había dicho el día anterior y el porque se había sonrojado tanto. Si, admitía que podía sentir una leve atracción hacia su mejor amigo, pero no pensó que le iba a afectar tanto que lo llamara solo por un apodo. Al escuchar esas palabras, su corazón empezó a latir muy fuerte, sus manos empezaron a sudar y sentís su rostro caliente. Pero decidió ignorarlo, por el momento.

Después de unos cuantos minutos, logro quedarse dormido, estaba cansado pero con todos los pensamientos que pasaban por su mente, no lograba dormir.

Pasaron unas cuantas horas, se despertó por unos golpes en su puerta, algo cansado tomo su celular. Mierda, ya era tarde.

Se levantó rápidamente, otro golpe en la puerta.

Bakugo: - ¡Espera un segundo!

Se fue al baño, lavo sus dientes, su rostro y se cambió la ropa. Ya listo salió y se dirigió a la puerta. Al abrirla encontró a Eijiro, tenía sus apuntes en su mano y esa maldita sonrisa que hacía que no pudiera dormir bien por las noches.

Bakugo: - pasa - llevaba su ceño levemente fruncido, trataba de no sonreír por volverlo a ver - ¿En qué tengo que ayudarte? - se sentó en el suelo, en frente de él tenía una pequeña mesa.

Kirishima: - verás - rio nervioso - son casi todas las materias que nos dan - se sentó a un lado del rubio.

Katsuki se dió un golpe en la cara ¿Encerio estaba enamorado de un chico así? Pues si, era algo complicado de explicar, pero, así es el amor ¿O no?

Bakugo: - empecemos con esta - señaló un libro.

En su portada había un título "matemáticas", el peor enemigo del pelirrojo. Katsuki empezó a explicar lo más detallado posible el tema el cual estaban trabajando, pero cierto chico, estaba en las nubes.

Eijiro miraba como el rubio explicaba tranquilo, no se enojaba y su rostro estaba relajado. Eso era una señal ¿Cierto? Con él no se enojaba tanto como los demás, aunque a veces puede sacarlo de sus casillas y explotarle la cara pero siempre lo terminaba perdonando. De alguna u otra forma, el pelirrojo sentía de que era una pequeña esperanza. Muy en el fondo sabía que su mejor amigo podría sentir algo de amor.

Bakugo: - Kirishima - el contrario aún estaba hundido en sus pensamientos - Kirishima - frunció su ceño, aún no le prestaba atención - ¡Pelos de mierda! - golpeó la mesa.

Eijiro logro salir de sus pensamientos, noto como una fuerte mirada se clavaba en él.

Kirishima: - ¿Que paso? - trato de disimular - ¿P-por que no seguiste explicando?

Bakugo: - estabas en las puntas nubes, trata de prestar más atención o no te lo volveré a explicar.

Otra vez esa charla aburrida, pero está vez, el pelirrojo prestaba atención. Logro entender bastante gracias a la ayuda de su rubio amigo.

Bakugo: - ¿Entendiste? - estaba cansado, llevaba mucho tiempo explicar dos veces el mismo tema, más con alguien que pregunta muy seguido y no lo deja terminar.

Kirishima: - si. Solo tengo que hacer los ejercicios y ya esta.

Eijiro empezó con su tarea pendiente. Mientras, Katsuki lo observaba detenidamente. Su vista se fijaba en cada detalle del pelirrojo; sus ojos eran como pequeños rubíes, tan parecidos a los suyos pero a la vez, tan diferentes. Su pequeña cicatriz en el ojo derecho, que llamaba tanto su atención. Su sonrisa, tan brillante y que llena todos sus días de felicidad, y sus labios. Esos labios que desea probar cada vez que los ve.

Sin darse cuenta, se había acercado hacia Eijiro. Unió sus besos en un pequeño beso. El pelirrojo estaba petrificado, su amor platónico lo estaba besando, no podía creerlo.

No quería que ese momento terminará, por lo que continuo, algo torpe, ese beso que tanto ansiaba.

Ambos chicos, estaba hundidos en su propio mundo, con la persona que más querían y en ese beso infinito, según ellos. La falta de aire se hizo presente, por lo que tuvieron que separarse.

Al estar a unos cuantos centímetros de distancia, se miraron. Kirishima estaba tan rojo como su cabello y Bakugo tenía un gran sonrojo en sus mejillas, pero era más leve que el pelirrojo.

Quedaron en un silencio bastante cómodo para ambos chicos. Aún seguian mirándose, unieron sus frentes y sonrieron. Con solo mirarse por unos momentos, entendieron todo lo que sentía el otro.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Pido perdon por la tardanza :(

Estos dias no he tenido nada de inspiración y tengo que escribir dos historias a la vez por qué lo que tengo tener ideas para ambas.

Aprovechando el momento, por si quieren leer mi otra historia se llama "perdida del amor" es Tododeku y con una escena de Bakushima.

Espero les haya gustado el capítulo y nos vemos en el próximo, bye.

¡TE AMO Y LO SIENTO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora