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Esa misma tarde Jacob miraba un hermoso paisaje en el lago del centro de la ciudad. El agua cristalina y pájaros por doquier revoloteando con su canto matutina. pequeñas montañas rodeaban el lago y las personas que lo visitaban se sentaban en ellas para admirar la belleza del agua y de la brisa tan refrescante, también traían consigo una canasta para tener un almuerzo de campo con la familia o entre parejas mientras reían o se besaban. Al rededor de las orillas del lago había un camino para indicar donde pasar y varias bancas para poder sentarse admirar de la vista donde también se podía dar de comer a los pequeños animales que merodeaban la zona cómo ardillas o los mismos pájaros. También se encontraban algunos miradores con telescopios para poder apreciar mejor el panorama con rejas de seguridad para evitar la caída de la gente que se posaba en ellos ya que estaban colocados en lugares altos. Jacke se encontraba en uno de esos miradores, fumando, con su larga gabardina color negro y con ambas manos recargadas en las rejas del mirador. Observaba a las personas que se encontraban ahí, con mirada de incomodidad y frunciendo la cejas en son de molestia. recordó lo que decía aquella carta que leyó en la mañana:

-Querido jacob, se que es algo incómodo saber de mí después de tanto tiempo. también se que no estás nada contento al leer esta carta y mucho menos saber quien la escribió, pero lamentablemente para ti, necesito de tu ayuda. no se a quien más recurrir y últimamente no he tenido confianza con mi gente, nuestra gente.

Tal vez piensas mil cosas y espero que reconsideres, por lo menos, leer esta carta y no destruirla o peor quemarla (como siempre acostumbras). Me gustaría volver a charlar con mi viejo amigo y recordar viejas anécdotas, pero se que eso no será posible pero espero y puedes escuchar mi petición de ayuda.

Me gustaría poder hablar del asunto en persona y aclarar dudas o explicarte mucho mejor todo este tema. te veré esta tarde a las catorce horas en el lago Juliett de Nueva Capital en un mirador, no importa cual escojas hay estaré.

Espero y poder verte viejo amigo y esperaré toda la tarde si es necesario.

Te deseo un buen día, tu amigo Morgan.

Jacke hace un sonido de desinterés mientras cierra los ojos y continuó fumando.

-pensé que no vendrías...- una voz a espaldas del detective.

Jacob, con los ojos cerrados, toma un gesto de desagrado.

-y yo pensé que nunca más te vería.

Jacke volteo y observo a un anciano sentado en aquella banca dando migajas de pan a las palomas mientras sonreía.

-tuve mis dudas sobre venir pero... eran más grandes mis dudas sobre si ibas a venir o no.

-tienes suerte anciano de que no tenga nada que hacer hoy- continuó. ¿que es lo que quieres Morgan?

Morgan vestía un traje formal color blanco con zapatos de color negro al igual que la corbata y su gorro europeo. era de tes afroamericano y de edad avanzada de unos setenta años o un poco más. Consigo llevaba un bastón de color caoba con el símbolo de un cuervo en la empuñadura. Su cabello ya presentaba las suficientes canas para saber que ha vivido lo suficientemente como saber de la vida en Runtéra al igual que su barba a penas creciendo.

-realmente me enamoraste con esa carta tan detalladamente delicada para conquistar mi corazón- en tono de sarcasmo y sacando la carta de su bolsillo.

CANCIÓN DE VIENTO: Éxodo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora