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REVI

La chica pelirroja entro a una tienda de baratijas y cosas de colección antiguas, ideales para decorar alguna vivienda de estilo rústico. El negocio no era muy grande, muy poca gente había en ella y la multitud se reflejaba en las decoraciones y muñecos de porcelana.
Revi se acerco al mostrador y toco la campanilla un par de veces.

-ya voy, ya voy- una voz emergió de la parte de tras del mostrador.

La chica volvió a tocar la campanilla un par de veces más. -dije que ya voy, no se impaciente. De la puerta de atrás del mostrador apareció un señor bastante delgado, alto de estatura, canoso y de cabello hasta los hombros, recogido hacía atrás y con anteojos,

-me haces esperar mucho tiempo viejo- refuto la chica. -tengo mucho trabajo que hacer.

El hombre observó detenidamente a Revi y a parto un poco los anteojos de sus ojos  para observar mejor a la chica. -¿Revi?- pregunto. -¿Rebecca eres tú?

-claro que soy yo viejo max- la chica sonrió y coloco sus manos a las caderas.

-¿quien más te haría tanto escándalo si no soy yo?

-¡válgame! como has crecido niña- emocionado, recargo sus manos en el mostrador.

-¿cuanto tiempo sin verte muchacha?, ¿cuanto ha pasado?, ¿tres, cuatro años?

-de echo han pasado casi cinco años desde que aún vendías reliquias en Nueva Capital.

-si, si lo recuerdo bien pero aquí tengo mejor clientela. -dime niña- continuó el anciano. -¿que te trae a la ciudad de Across?, pensé que Nueva Capital era la única ciudad moderna que tolerabas.

Revi se recargó de codos en el mostrador.
-ya sabes, tengo trabajo que hacer y me contrataron para realizar uno en el extranjero y- continuó. -recordé que un viejo amigo trabajaba en esta ciudad, así que decidí venir a visitarte- dejando salir una sonrisa sarcástica.

-¿aún sigues trabajando para ese detective?- pregunto Max.

-si aún sigo trabajando para él.

-ya veo... ten cuidado Rebecca, ese hombre te meterá en un serio problema- alejándose del mostrador.

-ya me ha metido en muchos problemas y veme aquí- abriendo los brazos. -sigo en una pieza.

Max la observo detenidamente y serio. -créeme, algún día te meterás en un serio problema que tú misma te arrepentirás.

-depende...- la chica saco un palillo de madera y lo llevo a su boca. -depende cuanto paguen por ese "serio problema"- mostrando una sonrisa irónica mientras sostenía el palillo entre los dientes.

El viejo Max sonrió y llamo a su ayudante. -¡Ulises!, ven aquí un momento. De la parte de tras de los almacenes apareció un joven con el cabello rizado y corto.

-dígame señor- el joven se acerco al anciano despacio mientras se limpiaba las manos con una trapo.

-escucha muchacho- respondió Max. -ella es Rebecca- la chica y el joven se saludaron. -Revi y yo hablaremos de negocios así que estarás a cargo de la tienda, ¿entendido?

CANCIÓN DE VIENTO: Éxodo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora