Cartulina

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《¡Holi holi! Petra por aquí, pasándose la vida organizando futuros capítulos de sus 6 libros 😂. Sin más que decir, ¡espero os guste!》

Adrien se encontraba haciendo los últimos detalles de la cartulina que compartía con sus compañeros de equipo. A primera hora de la mañana se había preparado para llevar corriendo la hoja y resto de materiales al instituto. La exposición era en una hora y si bien tenía la seguridad de que todo había quedado perfectamente bien, seguía estando nervioso. Sería su primera vez haciendo un trabajo oral en equipo, y lo que era peor: no se habían organizado.

—¡Hola Adrien! —lo saludó su mejor amigo haciendo una seña—. Wow, veo que ya estás terminando la cartulina. ¿Qué tal va eso? —preguntó con curiosidad, dejando sus cosas en el pupitre.

—Asumo que bien, pero no estoy del todo seguro —admitió, avergonzado—. Espero que todo salga bien, solo nos queda improvisar. Es nuestra última alternativa, a menos que queramos ser reprobados, por supuesto —rió, aunque internamente estuviera realmente nervioso.

¿Cómo lo haría para dar ánimos a sus amigos, si ni siquiera él estaba animado?

Vio como por la puerta entraban dos siluetas femeninas muy conocidas, sintiendo como se quitaba un enorme peso de encima al tener la certeza de que ambas chicas estaban ahí. No faltaba nadie.

—¡Hola Alya! —la saludó simplemente su novio, aunque yendo al instante para abrazarla por detrás, mientras Marinette observaba la escena visiblemente incómoda.

El rubio al notar esto, se levanto de su asiento y se acercó para hablarle.

—Hey, Marinette.

La azabache se volteó, formando una leve sonrisa en sus labios. El nerviosismo ya no era parte de sus interacciones con Adrien. Desde que se habían vuelto más cercanos, la timidez se esfumó en cuestión de unos pocos días, por lo que no existían los tartamudeos por su parte y tampoco su obsesión; o al menos no tanta como lo era antes.

—Buenos días para ti también —contestó soltando una suave risa.

—¿Qué tal te sientes para la exposición? —preguntó amablemente, tomándola de la mano para dirigirla a su asiento, junto a él—. Ya terminé mi parte, y creo que Nino lleva la suya, así que estamos bien respecto a eso —explicó sentándose y enseñando el pliegue de papel. Tenía varias imágenes pegadas y gran cantidad de texto. Era un trabajo de alta calidad sin duda—. Estoy seguro que nos irá genial —aseguró tocando la espalda de su amiga.

—¡Así espero que sea! —exclamó motivada. Sentándose casi al instante al recordar que no estaba sola, y que todos en el salón se encontraban mirándola—. Lo siento... —susurró con las mejillas sutilmente rosadas por la vergüenza.

—Tranquila.

Alya y Nino conversaban en una esquina del salón, charlando sobre su parte de la exposición. Y a pesar de ser en parte cierto, la otra razón por la que se alejaron tanto era para permitir que sus mejores amigos compartieran un momento a solas. Eran conocedores de la incómoda tensión que a veces se daba entre ambos y de como Marinette estaba completamente embobada por su amigo, mientras él simplemente seguía repitiendo sin falta su clásica frase: "ella es solo una amiga".

Pero al notar como las últimas semanas, su relación se había vuelto más estrecha. Las atenciones que Adrien le dirigía a Marinette parecían ser algo más que mera cortesía y educación. Se notaba que existía una devoción latente por ambas partes, pero ambos eran demasiado tímidos como para admitirlo.

—Esto jamás va a funcionar —murmuró agotado el moreno. Quería sentarse de una vez y dejar de vigilar a ese par—. Deberíamos rendirnos, nunca harán algo si no lo hace el otro primero, y ¡oh, sorpresa! Ninguno lo hará primero —dijo frunciendo el ceño y cruzándose de brazos, antes de sentir como su pareja lo tomaba del mentón, obligándolo a presenciar la escena que se produjo de un momento a otro.

—¿Qué decías? —preguntó con sarcasmo y sorpresa compartida.

Adrien abrazaba a Marinette con evidente afecto, como si la estuviera consolando por algo, pero ellos no alcanzaron a escuchar.

—Tranquila, lo harás bien... —consoló el rubio a su amiga, sobando su espalda gentilmente mientras ella hundía la cabeza en su hombro—. Todos podemos tener miedo de hablar en público, pero lo importante es saberlo llevar.

—¿Y si alguien se burla de mí? —bisbiseó aún ocultando su rostro.

—¡Nadie haría eso! Además, ¿sabes? Me tienes a mí, si alguien lo hace yo siempre te defenderé —afirmó separándose del abrazo para permitirse ver la mirada azulada frente a él—. No debes tener miedo, nada realmente malo nos ocurrirá mientras nos tengamos —contestó, acariciando dulcemente su mejilla.

—¿Lo prometes? —musitó haciendo una tierna seña con su dedo meñique.

—Lo prometo —prometió entrelazando sus dedos.

Después de aquel cariñoso gesto, volvieron a compartir un abrazo, esta vez más corto; pero que Alya alcanzó a capturar con su teléfono, para tener evidencia de lo ocurrido por si al rubio se le ocurría la ingeniosa idea de negar sus sentimientos por milésima vez.

«"No, ella es solo una amiga". Más te vale dejar de ser tan idiota, Agreste. Si ilusionas a mi amiga te asesinaré con mis propias manos», pensó en hipérbole la castaña, mordiendo su labio inferior.

—Hagamos algo. Presentemos primero, así quizá no estés tan nerviosa. Los demás nos podrán tomar como ejemplo y todo saldrá bien —planteó el de ojos esmeralda. Por experiencia personal, sabía que cuanto más tiempo pasara, los nervios incrementaban; así que era sería una buena opción para evitar más temor por parte de la azabache.

—Es una buena idea —aceptó sonriendo.

—Pues entonces vamos —invitó la castaña acercándose a su mesa, llevando consigo la cartulina que compartían ella y Nino.

—Hecho, equipo —continuó el moreno.

El cuarteto chocó sus puños a modo de saludo, antes de tomar sus trabajos y acercarse a la maestra para pedirle comenzar su exposición.

《No considero que haya quedado mal, aunque quizá esperabais otra cosa, no pude evitar dejar lo de la exposición en segundo plano e introducirme de lleno en el Adrinette. ❤》

P.D. ¿Encontrasteis las cuatro referencias? 🧐 Pista: hay una de una película, dos de una serie, y una de un anime 🤫.

Agosto de Adrien Agreste | En hiatus indefinidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora