Take Me to Church

Capitulo 3

CONOCIÉNDONOS BAJO PODER DIVINO

Estaba terminando de desayunar con mis hermanos, nosotros nos hacemos en una mesa aparte de la de nuestros padres, se considera blasfemia cenar en la mesa con un adulto y se castiga con azotes en las piernas, ya que estas fueron las que condujeron al infante a sentarse donde no debía. Terminaba de asearme, Gabriela llega detrás de mí y tapa mis ojos, la pobre es muy bajita así que solo puede tocar mis mejillas, me volteo y la abrazo con todas las fuerzas, ella se ríe y me da un beso en mi mejilla.

-Hermano,¡ ¿Me llevas a un lugar?- me mira mientras hace un puchero que hace que mi cara se sonría de lo tierna que actúa, lleva puesto un moñito en su cabeza y un vestido que mi mamá le hizo a mano (Tardó casi que dos meses, quería que quedara perfecto y así lo fue), ella se lo estrenó hoy mismo aún sabiendo que solo se lo podía poner cuando era misa general.

-No puedo Gabriela, tengo que salir a hacer un recado, tal vez me tarde pero cuando llegue te llevo al río y jugamos en el columpio que papá nos hizo, ¿te parece?

-Necesito más que eso ¿sabes?-Me mira ahora con ojos de negociante, esta chica cuando quiere da miedo.

-¿Qué necesitas además de eso?

-Comida, y me dará mucha hambre cuando llegues, así que debes comprarme algo de comer.

-Que niña más malcriada, le diré a mamá que estas de gula y además de caprichosa- me lanzo a ella para abrazarla otra vez y me acerco a su oído-Te traeré esas manzanas acarameladas de la señorita Dorotie, pero nadie debe saberlo, a papá no le gusta que comas dulce ¿entiendes?

-Ay, me gusta la idea-Me da un beso en la mejilla y se va corriendo al patio a jugar con su balón naranja.

Me disponía a salir pero otro disfavor se entromete en mi camino, era OSCAR.

-¿Para donde vas?-me pregunta mientras obstruye el paso.

-Voy a salir un rato con un amigo.

-Quien es ese amigo.

-Un viejo conocido, solo eso- empiezo a enfadarme pero no hago nada, no quiero que Oscar no me deje salir, si le sigo la corriente tal vez se vaya.

-Y ¿puedo saber quien es?-Se acerca a mi cara estando casi que nariz con nariz, podía ver sus ojos color verde-azul penetrar mi mirada, trague saliva.

-Se llama Valentin, creo, es un chico de mi infancia- se mantiene fijo en mí esperando que alguien desista, se aleja después de varios segundos y se quita de en medio.

-Bueno, vete, pero más tarde debes traer otra manzana acaramelada para mí, si quieres que papá no se entere de tus saliditas- se ríe y después se acerca por detrás para abrazarme en son de paz- Tú y yo sabemos que tenemos una hermana que le gusta hablar, no te olvides de mi manzana hemanito- me despeina y se va.

Porque no simplemente me dijo eso desde el inicio, no tenía por que hacer esa actuación, lo odie pero luego lo quise otra vez, cosa de hermanos supongo.

Continué con mi camino, veía que todo era más hermoso que de costumbre, pero no era tiempo de quedarme y ver los paisajes iba a ver a Valentin y saber que era lo que quería enseñarme, cruce a la derecha para encontrarme con la casa de Valentin, estaba acostado en la entrada con las manos tapándose la cara, era algo extraño de él, pero seguí caminando, ya a un metro de él me agache para poder ver si respiraba (Tal vez estaba muerto, muchas persona mueren por todo hoy en día), pero no era así, estaba respirando, estaba dormido, así que me acerque un pooc más y tomando una hoja la frote suavemente sobre él, haciendo que Valentin hiciera gestos con su cara, hasta que estornudara e hiciera volar mi hojita.