En algún punto de su viaje, Takemichi se enamoró de Manjiro, al punto de que ambos se volvieron pareja, logró salvar a sus dos hermanos y pensó que todo acabo ahí, y que en un futuro el estaría al lado de Mikey, sin embargo, no fue así, durante su ú...
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La noche se había vuelto pesada, la cabeza de Mikey dolía después de todos los golpes que recibió por parte de los miembros de valhalla, la sangre no podía permitirle ver con claridad pero sentía que en algún momento se desvaneceria, ni siquiera podía pensar y le preocupaba la condición de Baji, después de que Kazutora lo apuñalára.
Su respiración era cada vez más agitada, las personas golpeadas y heridas de touman aumentaban, un sentimiento de impotencia envolvió el ambiente, hasta que de un momento a otro el silencio se hizo presente, por lo que era obvio que las peleas pararon. La escena era demasiado dura, e incluso sorprendente para muchos que apenas se habían adentrado al mundo de las pandillas.
Aquel silencioso ambiente se vió interrumpido por un grito doloroso los devolvió a la realidad. Mikey volteo para buscar de dónde provenía ese grito de desesperación, lo que vió lo hizo llenarse de coraje, mismo sentimiento que lo hizo levantarse y enojarse. Se dirigió directamente a Kazutora, lo que había echo era imperdonable.
Lo golpeó una, y otra y otra vez, quiso matarlo en ese momento, solo podia ver en su mente el momento en el que su amigo cayo al suelo. Pero fue Baji quien no dejo que lo hiciera, de la manera más dolorosa posible pero "heroica" a la vez, sacrificó su vida para no manchar las manos de sangre de ningunos de sus dos amigos más preciados.
Antes de morir Baji le dijo unas cuantas cosas a Takemichi, entre ellas, le pidió cuidar de todos los miembros fundadores de la touman y protegerlos de Kisaki ya que representaba un peligro para la pandilla. "Los miembros fundadores de la Tokyo Manji son mi tesoro más preciado." esas fueron las últimas palabras que le dirigió.
Se despidió de su amigo más fiel y leal, Chifuyu, le agradeció por todos los momentos lindos que pasaron juntos, y por último, le dedicó una linda sonrisa, para así, caer en un sueño profundo del cual nunca despertaría.
Hanagaki no pudo evitar llorar, pero sabía que ese no era el momento, tenía que hacer lo que le pidió. Se levantó a un entre lágrimas y le pidió a Chifuyu que cuidara el cuerpo mientras el detenía a Mikey, tenía que hacer todo lo posible para que ese futuro no se repitiera.
- Lo siento chifuyu, tengo que evitar que Mikey-kun se ensucie las manos. - Dijo aún con los ojos llorosos pero decidido a cumplir su promesa de cuidar a Mikey.
Se dirigió rápidamente a dónde estaban peleando, los gritos dolorosos de Manjiro donde lo mmaldecia y incluso le decia que lo mataria, los sonidos de su puño impactando la cara de Kazutora, le dolían, sabía que si no hacía algo rápido esto terminaría mal. Lo primero que se ocurrió hacer fue interponerse entre ambos, lo cual no resulto para nada bien, ya que recibio el fuerte golpe que era dirigido a el bicolor.
- Quítate Takemicchi, o te mataré.- La determinación en su voz daba miedo, el enojo que tenia en su mirada era realmente aterrador, estaba a punto de renunciar, hasta que recordó el futuro, no podía darse el lujo de fallar.
