Iris Grey una chica sensual, de belleza de dioses, fría, orgullosa, calculadora, seductora, astuta, inteligente y sencilla.
proviene de una familia muy importante En el mundo, vida de famosos eh importantes empresarios, y familiares relacionados co...
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Advertencia escenas +18
Adrián
Domingo 15:00 pm
La chica sentada junto a mi lado esta con la mirada fija al frente, dirige sus ojos color miel hacia mi. viste con shorts y una blusa blanca, su cabello lo trae amarrado en una cola alta.
- Gracias por traerme, disfrute mucho el helado. – dice sonriendo. – asiento – la casa de Elena es bastante grande la verdad, es parecida a la mía.
Se acerca a besarme, recibo su beso, ella besa dulcemente, sus labios son delgados y suaves, se saca el cinturón subiéndose en mi regazo, me besa el cuello mientras tengo mis manos en su cintura.
- Quieres entrar, mis padres no están. – susurra rozando su nariz en mi cuello.
Nos bajamos del coche caminando hacia su habitación, es bastante grande y tiene todos sus vestidos clasificados por color, es muy ordenada por lo que veo.
Me subo arriba de ella, sin parar de besarnos, ella me besa el cuello. Pero de repente se me viene a la mente esa mocosa, la saco de mis pensamientos concentrándome en la rubia de ojos color miel, que es mí novia.
Le saco la blusa y los shorts, su ropa interior es blanca, es hermosa debo admitirlo, me desnudo junto a ella, y me apresuro a ponerme el condón, intenta ponérmelo pero me niego, le ordeno que se habrá de piernas y obedece gustosa, entro en ella suavemente.
- Oh, mi amor . – jadea. – eso me gustaría escucharlo de otra persona. – la ignoro y sigo penetrándola acelerando los movimientos, sus manos acarician mi espalda, sus pechos se mueven de arriba hacia abajo mientras la penetro.
Bajo mi boca a sus pechos saboreándolos, los chupo y mordisqueo sus pezones endurecidos, gime descontrolada cerrando los ojos.
- Ah. – gime cuando tiro uno de sus pezones suavemente con mis dientes.
Llego al orgasmo junto a ella, me aparto quitándome el condón, Elena se cubre con la sabana sonriendo.
- follas tal como lo recuerdo, hace dos años. - la ignoró.
Cojo mi ropa y me apresuro a vestirme, Elena me observa con brillo en los ojos.
- ¿Ya te vas? – pregunta – asiento – estoy a punto de cruzar la puerta, hasta que observo que se levanta cubriéndose con la sabana, parándose en puntitas dándome un último beso.
- Te veo luego, cariño. – dice sonriendo – asiento – y salgo bajando las escaleras lo más rápido que puedo.
Conduzco devuelta a casa, estoy tan cabreado, la empresa de mi padre necesita ayuda de la empresa de los Williams y me siento presionado al estar con Elena solo por la prensa y mi reputación.
