Capitulo 7

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Iris

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Iris

Uuh este imbecil no sabe a quién le dijo abuela....

Subo la velocidad hasta 130 pasando casi todos los carros. Hace tiempo que no corro así y debo admitir que me da mucha gracia la cara que puso Adrián parece como si se le fueran a salir los ojos.

- Iris, estamos pasando mucho el límite de velocidad. - me mira serio

- ¿no decías que conducía como abuelita? - alzó una ceja.

- lo dije de broma.... para molestarte un poco. -

- uy lamento informarte que yo juego en serio. - le guiño un ojo.

- no me digas - Dice con sarcasmo

- no te preocupes, abuelo, bajaré la velocidad. - rueda los ojos

Ya faltan un par de cuadras para llegar a mi casa, debo admitir que el viaje no estuvo tan mal como pensé y creo que lo hizo más entretenido, fue que pude manejar este grandioso coche.

El saber que tengo Adrián en la palma de mi mano me hace muy feliz, como dije yo juego en serio.

Esto me huele a que saldrán ambos quemados por el juego que están jugando...

Puede que sí....pero me divertire.

Al llegar a casa estaciono el coche al frente de mi casa, veo la hora .....
Dios no podía creer que eran las 4:30 a.m espero que mis padres no me estén esperando porque de seguro me pedirán explicaciones por llegar tan tarde.

- aquí me despido pitufo insufrible - me bajo del coche, observó que Adrián tambien se baja pero dirigiéndose a mi.

- nos vemos, mocosa. - me sonríe con esa sonrisa torcida.

Ruedo los ojos y me dirijo hacia la puerta de entrada.

Esperen un momento..... freno el paso y me quedo al frente de la puerta.

¿Será que vive muy lejos o está en condiciones de irse solo?

Me volteo centrando mis ojos en los suyos, camino hacia el para estar más cerca.

Adrián me mira extrañado pero sonríe.

- ¿Vives muy lejos? - pregunto

- un poco, estoy a unos 30 minutos de mi casa más o menos. - desvío la mirada a mi casa, pero la vuelvo a centrar en el.

- ¿Porqué preguntas? - sonríe, acercándose mucho más a mí.

- sólo por curiosidad, además que mis padres me matan si te dejo ir a las 4:30 a.m si vives tan lejos. Sólo quería asegurarme de que estuvieras en condiciones de conducir. - digo

Adrián se acerca mucho más a mí, posando sus manos en mi cintura atrayéndome hacia el.

- ¿acaso te preocupas por mí? - dice a centímetros de mi boca.

peligrosa tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora