Iris Grey una chica sensual, de belleza de dioses, fría, orgullosa, calculadora, seductora, astuta, inteligente y sencilla.
proviene de una familia muy importante En el mundo, vida de famosos eh importantes empresarios, y familiares relacionados co...
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Antes de comenzar a leer les dedico este capítulo a tod@s mis lector@s 💕
Iris
Luego de llegar a mi casa me di una ducha para refrescarme y me puse mi pijama, mi cabello lo amarre en una cola alta.
Las prensa no deja de hablar de la pareja perfecta que deslumbro esta noche en la gala.
Esta noche todos nos hemos llevado una gran sorpresa. Uno de nuestros jóvenes mas guapos, poderosos y mujeriegos da la noticia que tiene novia, presentándola ante la prensa.
Así es señores, estamos hablando del joven Adrian Brown que esta noche en la alfombra roja llamo la atención de muchos al llegar junto a una hermosa chica, conocida como Elena williams, la hija de uno de los empresarios mas reconocidos del país.
Nos hemos dado cuenta que uno de nuestros solteros mas conocidos, con fama de mujeriego, tiene una hermosa compañera de vida.
¿sera este su gran amor?
Apago el televisor para sacarme a ese imbécil y su novia de la cabeza. lo peor de todo, es que nadie deja hablar de ellos, la prensa los puso en la primera plana.
Las lágrimas caen por mis mejillas pero las limpio rápidamente, suspiro y cierro los ojos concentrándome en mi respiración.
Una mano cubre mi boca, me volteo rápidamente poniéndome a la defensiva, la sangre me hierve por la rabia, le pego una patada al hombre frente a mí, logra agarrar mi pierna, me deshago de su agarre, tomo mi arma apuntándole justo al corazón.
- ¿de verdad quieres matarme? – pregunta, sus ojos azulados se centran en los míos.
Los latidos de mi corazón son cada vez mas acelerados, mi respiración agitada. Afirmo el arma con firmeza sin dejar de apuntarle.
- No sabes cuánto me gustaría atravesarte una bala. – digo con firmeza, sus ojos no dejan los míos.
- ¿Qué haces aquí? – pregunto.
- Vine por ti. – dice con seriedad.
Es un puto mentiroso....
- ¡vete! – pongo mi dedo en el gatillo. – no te quiero ver.
- No me iré, pequeña mocosa. – los ojos se me llenan de lagrimas.
- ¡no me digas así! – advierto.
Mis padres, tío y hermano dijeron que tenían que resolver unos asuntos afuera, así que estoy sola y claro...este imbécil aprovecho de venir.
- Iris... - niego.
- ¡eres un puto mentiroso! – le grito sin dejar de apuntarle. No se inmuta.
- Todo este tiempo...fui solo la otra, la zorra con la que follabas. – niega.
