Capitulo 41

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Iris

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Iris

La luz invade mi habitación, abro los ojos poco a poco, me estiro saliendo de mi cama dirigiéndome a la ducha.

¿Cómo fue que llegue a mi habitación?

Termino de ducharme, me visto con unos jeans oscuros ajustados, mi chaqueta de cuero ajustada, y mi camiseta de tirantes blanca, cojo mis botines negros de tacón.

- ¿Vas al instituto? – pregunta mi hermanito mientras bajo las escaleras.

- Iré a visitar a unos amigos, luego me iré al instituto. – comienzo. – me quiero despedir de todos antes de irme. –asiente.

- Te veo luego enana. – se despide. Le sonrió.

– adiós jirafa. – grito para que me oiga. – suelta una risa.

Me monto en mi moto, por fin podre correr esta preciosura, me coloco el casco que cubre todo mi rostro. Enciendo la moto y el motor ruge, joder estoy alucinada.

Arranco dirigiéndome al barrio, al llegar la estaciono en una gasolinera donde se que esta Max y Michael.

Saco el casco bajándome de la moto, observo cómo me ven y sonríen caminando hacia mí.

- Muñeca, me alegra verte por aquí. – dice Max mientras me abraza

- Hola reina hielo. – me saluda Michael – le sonrió y me lanzo a sus brazos.

No quiero dejar de abrazarlos, quiero quedarme así con ellos. Los voy a extrañar tanto, a ellos, al barrio, a las carreras.

Siento como las lágrimas caen por mis mejillas. Estoy empapando la camiseta de Michael con mis lágrimas, parece darse cuenta porque toma mi rostro entre sus manos, mirándome con esos ojos verdes.

- ¿Qué pasa Elsa? – pregunta con preocupación. – me dice Elsa, porque según el soy la reina del hielo. – Max comparte miradas con Michael.

- Me...me...vengo a despedir. – susurro – los chicos comparten miradas, para luego centrar su mirada en mí.

- ¿De qué hablas muñeca? – pregunta Max

Es ahora o nunca iris, me digo a mi misma.

Michael me lleva a una banca, mientras me siento junto a ellos. Respiro profundo para tranquilizarme.

- Soy la teniente grey recibí el titulo hace unos días, y ahora seré trasladada al comando de Londres junto con mi tío. – comienzo. – no sé cuando volveré, pero esto no es un adiós, yo los volveré a ver y seguiremos en contacto. – guardan silencio.

Su silencio es eterno, me pone cada vez más nerviosa.

- ¿Cuándo te vas? – preguntan – suspiro.

- el viernes en la noche. –asienten.

- Escucha muñeca no te debes poner triste, seguiremos en contacto como tu dijiste, así que mantente fuerte. – dice Max – me da un beso en la mejilla.

peligrosa tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora