Capitulo 38

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Advertencia escenas +18

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Iris

Lo deseo un montón, se ve jodidamente guapo, trae unos jeans oscuros, una camisa blanca que se apega a su cuerpo resaltándolo, los primeros botones los trae desabrochados, su cabello revuelto y esos ojos azulados de pestañas largas y gruesas centrados en mi.

¡Vamos a follar en la cocina!

Sigue con los movimientos y ya no aguanto más,  deseo probar su boca, estampo mis labios en los suyos en un beso apasionado y posesivo, nuestras lenguas juegan,  tiene un leve sabor a menta, le mordisqueo suavemente el labio mientras subo mis manos por su abdomen, tomándolo del cuello atrayéndolo más hacia mí con desespero. Tiro un poco de su cabello generando que suelte un gruñido, me presiona contra él y puedo sentir lo duro que esta, me presiona mas haciendo que suelte un jadeo.

- Siente como me tienes. – susurra contra mi boca.

- ¿Que  deseas mocosa? – pregunta mientras se aparta, me mira fijamente. Muerdo mi labio inferior.

Sus ojos están muy oscurecidos, fijos en mí. Puedo observar que me observa con lujuria y deseo.

- Follame. – digo extasiada

Dirige sus manos al cierre de mi vestido bajándolo, cae al suelo, me saca las bragas negras de hilo levantándome y sentándome en la mesa de la cocina, suelto un jadeo al sentir el frio de la mesa.

Enrollo mis piernas en su cintura atrayéndolo a mí, dirijo mis manos a su pantalón desabotonándolo, saco su gran verga erecta, la acaricio de arriba hacia abajo dándole un leve apretón generando que suelte un gruñido muy varonil.

Sube sus manos a mi brasier soltándolo, dejando mis pechos descubiertos, se acerca a lamerlos, chuparlos y mordisquearlos como si fuesen dulces, mientras me besa el cuello los masajea aprontándolos con deseo, generando que suelte un jadeo.

- Abre las piernas, para mí. – susurra mordisqueando mi cuello. Obedezco de inmediato.

Ubica su polla en mi entrada y entra en mi bruscamente, suelto un gemido, sigue moviéndose cada vez más duro, me aferro a sus hombros mientras el baja sus manos a mi trasero apretándolo, generando que jadee en respuesta.

- ¿Te gusta que te folle así, duro? – pregunta sin dejar de moverse, me encanta sentirlo así, dentro de mí.

- Si. – respondo – estoy en el clímax, puedo sentir que el orgasmo se acerca poco a poco.

- ¿Te gusta que te folle, que te haga mía? – vuelve a insistir.

- ¡Sí! – digo excitada, cierro los ojos echando mi cabeza hacia atrás.

Joder, definitivamente los mejores polvos que eh tenido son con él, aunque me cueste reconocerlo, es el único que me ah hecho ver las estrellas y llegar a más de un orgasmo.

peligrosa tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora