Capítulo 25: Arreglos

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Empieza a recobrar conciencia cuando siente un sólido y tibio cuerpo pegarse más a su espalda. El aroma a shampoo y pasta dental llega a sus sentidos cuando el contrario besa la base de su cuello.

— Buenos días A-Cheng — dice con la voz aún ronca. Se da la vuelta para estar frente a frente con aquel deslumbrante hombre, que a pesar de dormir tarde, se levanta temprano para ducharse —, estás despierto?

Se niega a contestar, pero sonríe. Xichen se acerca peligrosamente a su rostro, él lo detiene con un dedo en los labios.

— Lo siento, aliento matutino — al Lan parece no importarle menos, porque pronto se encuentra devorando su boca, tal y como si fuera el postre más dulce.

Se dejan llevar por un tiempo, es bueno que sea fin de semana porque sabe que no saldrán de la cama sin que uno de los dos haya gemido el nombre contrario. Al parecer, será él.

Ya puede sentir su polla llenarse con emoción cuando Xichen besa su mandíbula y chupa su manzana de Adán, se ríe cuando el bigote de un día roza la sensible piel de su cuello, apenas se nota, pero ya es lo suficientemente agudo como para pinchar su dermis. Se distrae un poco en el vello facial del Lan, semanas atrás podía verlo obsesionarse con su aspecto físico, no rasurarse diario era algo que Xichen no habría hecho antes.

— Te estás divirtiendo? — El Lan susurra sobre su clavícula que se escapa de su camiseta de tirantes.

— Sólo estoy disfrutando — ya no puede decir más, Xichen abusa de sus pezones sobre la tela tibia y tendría que resultarle asquerosa la forma en que el algodón mojado de saliva se adhiere a su sensible piel, pero al contrario, esto lo prende mucho más.

Está seguro que lo único que Xichen puede probar es el sabor a tela y jabón de ropa, pero come su botón con demasiada ansia, no menos con la que juega con el pezón contrario. Tiene que ser él mismo quien se despide de su estorbosa camiseta, necesita más fricción.

Entierra sus manos en las húmedas hebras negras del Lan y es un indicio para que este deje besos húmedos por todo su pecho, bajando por sus costillas y llegando a su estómago.

Su vientre no guarda demasiada grasa, pero tampoco es tan duro. Tiene la suficiente carne jugosa como para que Lan Huan muerda piel, dejando débiles marcas que podrían desaparecer tan solo horas después.

No encuentra el propósito del contrario hasta que siente unos curiosos dedos jugando con su vello pulcramente recortado ahí abajo, en forma de v bordean la base de su polla media dura y tiene que morderse los labios cuando siente que su ropa es retirada lo suficiente como para liberarlo.

— Podemos seguir como siempre, puedo hacerlo por ti si lo prefieres — dice tranquilo cuando Xichen se paraliza por un momento, piensa que tal vez se ha arrepentido y no va a obligarlo solo porque él inició las cosas —. Vamos, acuéstate de espaldas.

— Quiero hacerlo A-Cheng — la mirada de cachorro le recrimina y puede ver una sincera chispa de anticipación en sus ojos —. Déjame ser quien te complazca esta vez — pone su mano sobre la tierna mejilla del Lan y le sonríe con ternura, este besa la puntas de sus dedos uno por uno y una vez que vuelve al medio lo lame a lo largo —, por favor.

Lleva dos dedos a la boca de Xichen y no sabe cuánto más puede esperar sintiendo esa escurridiza lengua en todos lados, menos donde realmente lo necesita.

— Hazme saber si es suficiente.

Lan Huan besa sus muslos, todos los puntos que sabia se sentían lo suficiente bien como para sentir los músculos tensarse bajo su toque. Gime cuando unos largos y delgados dedos se fijan alrededor de su polla, sus labios por fin se cierran sobre la cabeza de su pene y su lengua recorre lo que alcanza.

Night View |Xicheng|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora