La primera vez que había usado ropa de mujer fue cuando tenía seis años. Recordaba con claridad como su hermana mayor le había puesto un vestido que le quedaba exageradamente grande, le había puesto sombras y brillo en los labios.
Tras mirarse en el espejo pensó solo una cosa, que se veía patéticamente ridículo. Pero su hermana mostraba una sonrisa tan radiante que se había obligado a seguirle el juego.
Aquellos días de pasaje de moda en la habitación de su hermana se esfumaron tras la llegada de Wei Wuxian a su familia, un delgado e inquieto niño que lo hacía enojar de vez en cuando.
Su infancia y adolescencia fue prácticamente la de cualquier persona, iba a la escuela, hacia amigos, encontraba sus gustos y aspiraciones.
Pero, cuando se encontró a sí mismo viendo los vestidos llamativos y zapatillas detrás de la vitrina, no pudo más que sentirse intranquilo y extraviado.
— Es para su novia? Qué talla quiere? — la encargada de la tienda le interrogó cuando se atrevió a preguntar el costo del bonito vestido morado —, joven?
Ese era el problema, no era para su novia, ni para su hermana, ni para su madre. Se había reflejado a si mismo vistiendo aquella primaveral prenda. Pero cómo podría decirlo? Ni siquiera estaba seguro que existiera una talla para un joven tan alto como él.
Esa misma tarde regresó a su casa y se metió inmediatamente al navegador. No era el único, se sentía aliviado por eso, pero también tenía miedo, cómo podría sentirse orgullosos de vestir como una chica? Podría salir a la calle de esa forma? Qué dirían sus padres?
En medio de su negación había encontrado ayuda, había encontrado a Huaisang en un grupo de travestismo de una famosa red social. Inmediatamente cayeron mil preguntas sobre él.
A sus cortos 18 años había obtenido su primera prenda femenina.
— Está falda me queda bastante grande, la compré por internet, por qué no te la pruebas? — Huaisang lo había llevado a su casa después de una extensa plática online —, no tengas miedo.
— Quién tiene miedo? — arrebató la tela de las manos del más bajo y entró al baño. Con manos temblorosas bajo su pantalón y así mismo metió sus esbeltas piernas en la boca de aquella falda.
Tras mirarse en el espejo sintió su corazón galopar. Se sentía tan bien y tenía que admitir que lucía lindo. Salió apenado del baño y se paró frente a su amigo.
— Te ves estupendo Wanyin! Definitivamente te la tienes que quedar! — después de eso Huaisang le había enseñado como maquillarse, como escoger ropa adecuada a su cuerpo y los lugares a dónde podía ir sin miedo.
Pronto su armario empezaba a llenarse de blusas, vestidos, faldas, zapatillas y mallas de colores combinados entre los azules, negros, rosados y morados. Y unos cuantos de otros colores. Una gran caja de maquillaje se escondía debajo de su cama y los esmaltes de uñas escondidos en una caja de zapatos.
El pensamiento de que eso que hacía era normal y hermosos empezó a formarse en su cabeza, pensó que tal vez podía salir de ese ataúd oscuro y gritar orgulloso. Sin embargo, no todos pensaban de la misma manera.
— Wanyin, qué es esto? — asustado intentó cerrar el armario abierto, pero su en ese entonces novia ya había tomado el par de zapatillas en sus manos — de quién es todo esto Wanyin? Por qué lo tienes aquí!?
Fue un error haberla invitado a su casa, fue un error haberla invitado a su cuarto, fue un error dejarla hurgar entre sus cosas mientras el bajaba a la cocina por un vaso de agua.
— Es mío — esperando una respuesta positiva se acercó a la chica y tomó su mano —, pensaba decírtelo cuando nuestra relación se consolidara.
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Night View |Xicheng|
Fiksi PenggemarEn un espiral de pensamientos, Lan Xichen se replantea si está haciendo lo correcto. Fallando a su mente tradicional y moral recta, recorre las carnosas piernas recubiertas de cuero, solo para sentir como su propio miembro salta ante la presión de...