Capítulo 7

74 9 10
                                    

Parte 1


– Necesito que te encargues de eso, ya dije cuánto te pagaré.

– ¿Bromeas? No hago esa clase de trabajos y menos por una moneda de oro. Si es algo personal deberías ir tú misma, deja de encargárselo a otros.

– ¿Eh? Pero si el pago es bueno... ¡Ah ya sé! En ese caso... – Jayla chasqueó los dedos y desapareció de la vista de Milo, apareciendo al instante por detrás, y suspendida en el aire a la misma altura del joven.

Mientras Milo permanecía quieto, Jayla acercó el rostro por detrás y le susurró al oído.

– Entonces te daré algo mucho mejor...

El sonido de la delgada voz de la joven, no pareció a simple vista causar alguna clase de reacción en Milo, sin embargo, avanzó unos pasos para alejarse y luego volteó a verla.

– Ya te he dicho que no pienso hacer lo que pides – refirió Milo, con una expresión calmada.

– ¿Heeeh? Te aseguro que lo pensarás en cuanto sepas lo que te voy a ofrecer.

–.........

Milo dio un respiro antes de responder.

– Está bien, voy a escucharte, pero ya te advierto que no cambiaré de opinión.

– Fufufu... entonces escucha esto – Jayla dejó de flotar y volvió a posar sus tacones sobre el suelo, mientras se cruzaba de brazos –... te enseñaré... a usar la auténtica magia de aire.

–...... – luego de unos segundos en silencio, el ceño de Milo volvió a fruncirse – ¿Hah?

– Tal vez no lo sepas, pero durante nuestro enfrentamiento, pude darme cuenta que no dominas la magia de aire, o al menos no como para utilizarla en una pelea seria.

¿Cómo llegó a esa conclusión? ¿Realmente se dio cuenta? O será que... trata de hacer que yo mismo acepte algo de lo que realmente no está segura.

– ¿Qué te hace creer que lo que dices es cierto? Sabes muy bien que no utilicé todo mi poder en aquel momento.

– Es simple – Jayla levantó el dedo índice a la altura del rostro –, no lanzaste ni un solo hechizo, te defendiste y atacaste usando solo ráfagas de aire, puede que tengas bastante poder, pero eso solo podría aumentar la potencia de las ventiscas, y aún así será inútil en cuanto tengas que enfrentar a verdaderos hechizos mágicos.

– No puedes subestimar la fuerza del aire, aunque te parezca tonto, puede ser suficiente para resolver una pelea.

– No voy a negar eso, pero es que creo que ni a eso podrías llegar ahora mismo, te lo puedo asegurar.

– Tal vez tengas razón... pero no tengo intención de seguir tu juego.

– ¿Entonces qué piensas de esto? Un enfrentamiento de una sola oportunidad, utilizando nada más que la fuerza del aire, si me derrotas... te vas.

Juegos, más juegos... realmente tiene un comportamiento bastante infantil.

– Es realmente sencillo, puedo dejarte ir así de rápido – volvió a insistir la joven.

Si solo se trata de fuerza bruta... supongo que lo puedo hacer... y tampoco es que tenga otra opción.

– Está bien, hagamos esto de una vez – contestó Milo, manteniendo cierta confianza por el tipo de enfrentamiento que iban a tener.

Pasados algunos minutos, ambos jóvenes yacían frente a frente, y separados por una distancia considerable de metros, bajo una temperatura que poco a poco iba en aumento.

Astra Vol. 04Donde viven las historias. Descúbrelo ahora