ᴏᴛʀᴏ ᴅᴇꜱᴀꜱᴛʀᴇ: ᴠᴀᴍᴏꜱ ᴅᴇ ɴᴜᴇᴠᴏ | ꜱᴛʀᴀʏ ᴋɪᴅꜱ ²

◤capítulo dieciocho◢

Todos estaban tan felices, las palabras no eran suficientes para describir las risas diarias, las sonrisas en cada acción, los movimientos tan hiperactivos que hacían. Era la vida perfecta, soñada por muchos. Era todo lo que podían pedir así que justamente ahora no querían nada, estaban muy bien como familia, el amor abundaba, la felicidad vivía en ellos.

Todo era perfecto.

Jisung miraba emocionado la ropita de bebé que ___ tenía en su cama, ambos amigos habían ido a comprar unas prendas para el futuro integrante de la familia.

― ¿Cómo le dirás a Hyunjin? ―preguntó emocionado ya que quería ayudarle.

―Aun no lo sé, le gustan las cosas extravagantes así que debo pensar en grande la forma en como le diré que tendremos un varón. ―se quedó pensando puesto que, en realidad, no tenía idea.

―Puedes hacerlo con luces de neón pegadas a la pared, todo oscuro y que cuando él llegue se dé cuenta, quizás suena simple, pero se ve lindo. ―le mostro la foto que había encontrado en internet.

―Y que diga la frase: llegara un nuevo príncipe a la familia. ―a completó y Jisung asintió más que satisfecho.

―Y si se puede armar una coronita ponerla encima de la palabra príncipe. ―dos mentes pensaban mejor que una.

―Amo la idea, solo debo buscar las luces. ―decía mientras acomodaba la ropita del bebé en una caja para que Hyunjin no se diera cuenta todavía―. Le diré a Youngmi que me ayude.

Se pasó la voz, todos decidieron ayudar con la idea y dos días después allí estaban en casa de los Hwang armando todo, no dejaban tanto que ___ estuviese de pie a pesar de que apenas tenía cuatro meses y medio, ella renegaba, pero era callada por los chicos para que no se quejara.

Solo se movía por cinco minutos y los demás sentían que se había estado cinco horas de pie así que la mandaban a sentarse por media hora.

― ¿Cómo rayos hicieron una corona con estas pulseras? ―preguntó Changbin sorprendido al tener la corona de pulseras de neón entre sus manos.

―Se le llama creatividad amigo. ―respondió Lee Know tomando la pistola de silicón caliente y comenzó a ponerlo por todo el contorno de la misma.

Colocaron la corona con cuidado, pero rápido antes de que se secara el silicón justo arriba de la palabra príncipe, tal y como ___ lo había dicho. Cuando todo estaba ya por fin terminado, Youngmi se acercó para colocar en la mesita la cajita que ella misma hizo que contenía el ultrasonido que su mamá se había hecho para saber acerca del sexo del bebé.

Las luces se apagaron cuando Hyunjin le aviso a su hija que estaba por llegar a la casa, escucharon el coche estacionarse y ___ se aseguró de que todo estuviera perfecto. La frase estaba bien armada, así como también la corona. La puerta principal fue abierta y un sonido de sorpresa por parte de Hyunjin se hizo presente.

― ¡¿Vamos a tener un niño?! ―preguntaba al mismo tiempo que gritaba cuando las luces se encendieron.

―Sí amor, un varón. ―respondió ella y se acercó hasta él haciendo que ambos se fundieran en un gran abrazo.

Youngmi sonrió estando abrazada por la cintura con Dylan, era la imagen que siempre quería ver, estaba realmente feliz de que por fin exista paz.

Omitiendo algunas partes, ella quería vivir la historia de amor que tuvieron sus padres y que todavía siguen escribiendo y a veces se preguntaba si podría vivir casi lo mismo con Dylan, si él era el indicado. Solo quería una historia de cuento de hadas en donde todo fuera felicidad.

Tenía solo quince años, era obvio que todavía quisiera eso. Aun no sabía nada de la vida. Quería una vida de ensueño.

―Mañana tenemos pases para el cine y tenemos pensado ir al parque de atracciones después, ¿vienen? ―pregunto el primogénito de los Seo.

―Claro, estoy segura que mis papás me dejaran ir. ―respondió Youngmi.

―Igual, puedo preguntarles ahora a mis padres. ―dijo Dylan separándose de Youngmi para ir con Bang Chan y Sana.

―Bien, entonces quedamos mañana. ―comento entusiasta Haeri.

Youngmi sonrió, por un momento miro a ___ y ésta a ella. Ambas se miraban, sabían que tenían todo ahora. No podían quejarse, ni mucho menos pedir algo más. ___ sentía por fin que todo estaba completo en su vida, dejando atrás aquellos pensamientos negativos que de vez en cuando se cruzaban por su mente.

La carga de la felicidad estaba completa por fin.