ᴏᴛʀᴏ ᴅᴇꜱᴀꜱᴛʀᴇ: ᴠᴀᴍᴏꜱ ᴅᴇ ɴᴜᴇᴠᴏ | ꜱᴛʀᴀʏ ᴋɪᴅꜱ ²

◤capítulo dieciséis◢

Otra noche la cual llegaba tarde.

___ se quedó esperándole para hablar, necesitaban poner las cosas en orden, sino hablaban ahora, no sabía cómo arreglar la situación.

Si esa noche no se arreglaba nada, ya después no había arreglo alguno.

―Hyunjin, necesitamos hablar. ―intento mantenerle la mirada, pero no podía, era el efecto de su esposo en ella.

―Tú dirás. ―ella le hizo el gesto para que se sentara, él la miro, pero no se negó.

―Tenemos que hablar de nuestra familia. ―era la elección, era ahora o nunca.

― ¿Le sucede algo a nuestra familia? ―pregunto cínicamente.

―Se está derrumbando y yo ni siquiera veo apoyo de tu parte. ―le miro, suplicándole que dejara su actitud nefasta de lado.

―Estoy dando lo mejor que puedo. ―___ soltó una risa baja, no podía creer lo que estaba escuchando.

―Eso es mentira, ni siquiera has hecho algo para impedir que esto se rompa más de lo que ya está roto, no dejes que se haga añicos, ayúdame Hyunjin, somos esposos, hiciste un juramento cuando nos casamos. ―tomo asiento a su lado y lo tomo de la barbilla para que la mirase―. Un mismo juramento que estas rompiendo ahora Hwang.

Se enfrentaron con la mirada por breves segundos hasta que ella misma rompió con ese contacto visual.

Quería que todo terminara, no recordaba la última vez que se sintió en un ambiente sano y familiar, todo estaba desapareciendo, la historia se estaba quedando impregnada en las paredes de aquella residencia y estaban envenenando, amargando la vida de Youngmi, dañando a la estabilidad de los mellizos quienes lloraban al no sentir la presencia de su padre.

¿Cuándo fue que todo termino? ¿Cuándo fue que el final decidió adelantarse? ¿acaso este era ya su final? ¿debían ponerle un fin a todo? ¿a todo lo que habían construido? ¿a todo aquello que pasaron juntos, a la felicidad que tanto deseaban y que parecía mantener un gran equilibrio?

Aquella felicidad por la cual lucharon en el pasado cuando apenas eran unos jóvenes sin casi ninguna experiencia.

―Hwang, respóndeme con sinceridad, quiero eso solamente de ti; tu sinceridad cariño. ―el chico le miro lentamente, temiendo de la pregunta.

Un silencio de ultratumba, un silencio en donde solo las respiraciones lentas de ambos se escuchaban. Un silencio que asustaba a Youngmi quien estaba espiando a sus padres cuando escucho la voz de su padre en la casa.

― ¿Te arrepientes de habernos casado? ―también temía, temía la respuesta que él le fuera a dar.

Ambos juraban estar conscientes lo que conllevaba casarse antes de los 24, eran inexpertos, pero querían estar juntos por la pequeña Youngmi que en aquel entonces tenía cuatro años. Habían planeado su boda perfecta dentro de su plan de vida. Un plan que ambos compartían, que ambos perfeccionaban, que ambos anhelaban.

Un plan que ambos pelearon con uñas y dientes para no perderse.

¿De verdad ahora todo se iría por la borda? No querían dañar a sus hijos así que ___ prefería mil veces la sinceridad, que vivir con el dolor por el resto de su vida.

―No me arrepiento de haberme casado contigo. ―le miro y allí ella noto esa chispa, ese brillo que se encendía en los ojos del chico.

― ¿Estás seguro? ―pregunto para cerciorarse, no quería que Hyunjin dudara.

―Totalmente seguro, he vivido casi toda mi vida junto a ti, hemos criado a nuestros hijos juntos y sé que por secretos del pasado esto se está arruinando, no entiendo que me paso, fueron momentos en los cuales ni siquiera me daba cuenta del daño que les estaba haciendo. ―entrelazo sus manos con las de ___ quien sonrió entre los sollozos.

―Dime por favor que no es mentira nada de lo que me dices, no quiero que sea un sueño esto, por favor Jinnie. ―se acercó más a él, Hyunjin negó y la abrazo, la abrazo recordando cuando fue la última vez que lo hizo.

Youngmi tapo su boca para que no la escucharan llorar, sonrió entre las lágrimas al ver a sus padres abrazarse después de un tiempo en el que todo estuvo tenso, tanta era su alegría que decidió enviar un mensaje por el chat de la familia avisando que sus padres se habían arreglado y que quizás todo mejoraría a partir de ahora.

Su celular se atascó de las respuestas por parte de los chicos y de los menores de la familia, cada pareja estando en sus respectivos hogares sentían que un peso les era quitado, sentían la paz por primera vez en esos tres meses de agonía en los que no se sabía si todo se iría al demonio o se arreglarían de una buena vez.

―Tenemos mucho que arreglar mi amor y esta vez no te dejare sola, te lo juro. ―acuno su rostro y la beso transmitiéndole todo el amor que todavía le tenía y que se hacía más grande día con día.

―Tienes que hablar con Youngmi también. ―dijo cuándo cortaron el beso.

―Mi pequeña, ―dijo con el dolor en el pecho por como la trato al enterarse de su noviazgo con Dylan―, tendré una charla mañana con ella, no te preocupes por ello.

La atrajo de nuevo para con él para volver a abrazarla, ella lo abrazo por la cintura escuchando los latidos de su corazón, era una linda melodía que escuchar porque sabía que esos latidos los provocaba ella. Ella y nadie más.

Era momento ahora, Youngmi no quería interrumpir la amena reconciliación de sus padres, pero quería tener una charla rápida con su madre para despejar dudas con respecto a esas náuseas y mareos.

Cosa que no pudo ser posible.

―Debo decirte algo. ―Youngmi presto atención aun estando en el segundo nivel y Hyunjin le miro.

― ¿Es algo malo? ―ella negó.

―Hwang Hyunjin, espero que todo cambie de ahora en adelante porque no quiero que nuestro hijo nazca en medio de peleas y disgustos entre nosotros. ―soltó de repente, haciendo que la sonrisa de Hyunjin se borrara.

― ¿Qué has dicho? ―pregunto sorprendido.

―En siete meses nace nuestro cuarto hijo. ―dijo riéndose de la expresión de Hyunjin.

No tardo mucho tiempo en reaccionar, la cargo dándole vueltas en varias ocasiones, Youngmi sonrió casi llorando. Entonces esas eran sus sospechas, su madre estaba embarazada otra vez.

― ¿Cómo ocurrió eso? ―le pregunto al dejarla de vuelta en el suelo.

― ¿Tengo que recordarte la reconciliación que tuvimos en nuestra primera pelea? ―sonrió haciendo un movimiento de cejas coqueta y Hyunjin entendió.

Un nuevo miembro a la familia llegaba.

Todo realmente iría bien.