6

12 1 0
                                    

Narra Taehyung

- Te lo advertí.

Cargue a Jungkook como un bulto de papa, lo tire en mi cama y salí corriendo cerrando la puerta. Entre al cuarto de Jungkook y empecé a sentir su olor en cada rincón de ese cuarto. Amaba la canela y galletas, creo que ahora es mi cosa favorita. Me tire a la cama de mi Kookie, me saque la ropa y me empecé a masturbar gimiendo cada vez más fuerte el nombre de Jungkook, si él me escuchaba no me importaba, ya tenía la excusa perfecta.

Narra Jungkook

Estaba en cuarto de Tae y era la primera vez que entraba, era linda y tenía su aroma, coco y mandarina. Me sentí relajado, empecé a escuchar gemidos cada vez más fuerte. Tae se estaba masturbando pensando en mí. Sus sonidos a la distancia eran lindos y me concentré tanto en eso que no me di cuenta que me gustaba escucharlo gemir mi nombre. Música para mis oídos. Y eso me estaba confundido. Escuche mi nombre salir de un gemido muy alto. ¿Por qué gemía mi nombre? Quiero verlo gemir mi nombre. Quiero sentir sus manos en mi piel. Quiero que bese cada parte de mi cuerpo. Quiero que esos gemidos y esas lindas palabras solo sean para mí.

El timbre sonó.

Salí del cuarto de Tae y abro la puerta. Veo a un chico y por su aroma es omega algodón de azúcar y lirios de... ¿agua?, creo.

- Hola. - saludo tímido.

- Hola.

- ¿Tae?

- Ocupado.

- Él me dijo que viniera.

- Pero, está ocupado, puedes irte. - estaba por cerrar la puerta, pero él la abre. Me empujó y entro a la casa sin mi permiso.

- Ey, detente. - me ignoró.

El chico subió las escaleras, tocó la puerta del cuarto de Tae y nadie respondió. La abrió. Mi lobo se enojó.

- ¿Dónde está?

- No lo se. - mentí. Un jadeo se escuchó en mi habitación. Me alarme inmediatamente, pero él fue más rápido, entró y cerró.

- Mierda. - me pegue a la puerta para oír lo que hablaban, no se entendía bien, pero si sacaba un poco de información.

Narra Taehyung

- Jimin, no cierres la puerta con seguro. - le dije mientras calmaba poco a poco mi respiración.

- ¿Ahora duermes aquí?

- No.

- Yo veo que sí.

- Aquí duerme el otro chico. No toques nada y no dejes tu olor.

- Auch. Traje suspensores. Y sobre lo otro, ¿El chico que estaba afuera?

- Si, Jimin. Mi tío te enviara a estudiar conmigo.

- ¿Enserio?

- Si, estaremos juntos.

- ¡Claro que sí! Ah se me olvidaba, lo que me pediste. - Jimin me entrego las bolsas, en una había comida, en la otra, cosas del aseo personal y lo más importante la caja. La abrí y pude ver una hermosa lencería de conejo. - ¿Para quién es?

- No lo sé.

- Dios. Tae, tú lo sabes. ¿Quién mierda compra lencería y no tiene pareja?, no me digas que es para satisfacer tus deseos del celo o puede ser para el chico de allá fuera.

- Baja la voz. Es para...una chica.

- ¿El de afuera?

- ¡Dije chica!

𝓣𝓾 𝓨 𝓨𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora