"Descubrimiento o hallazgo afortunado, valioso o inesperado que se produce de manera accidental al buscar una cosa distinta"
Se trataba de una típica misión para los vengadores......tal vez no tan típica.
*Historia situada tras los acontecimientos d...
No recordaba el esplendor de aquellos jardines. Una gran fuente decoraba la parte central, donde se reunían gran parte de los invitados.
Siguió caminando en busca de alguna cara conocida cuando de pronto se vio sorprendido por unas manos sujetando su brazo.
- ¡Anthony! - exclamó Howard - Al final pudo venir
- Claro - sonrió Tony - ya le dije que vendría
- Pensé que traería al compañero del que me habló - dijo Howard mientras le guiaba hacia donde se encontraban el resto de invitados
- No pudo venir.... - mintió
- Bueno, no pasa nada, hay varias personas a las que quiero presentarle - dijo alegremente. Se notaba que había tomado más de una copa, y eso que la fiesta solo acababa de comenzar
Frente a él, varias caras que ya conocía y alguna que no.
- A esta señorita ya la ha visto antes, le presento a la agente Carter - dijo señalando a Peggy - y a su pareja Daniel Sousa
Espera...¿ Carter tenía pareja??
- Encantada de conocerle - dijo Peggy estrechando su mano. Daniel hizo lo mismo.
- Igualmente - respondió Tony
- Le presento a mi mejor amigo y ayudante, Edwin Jarvis....aunque creo que ya se conocían - dijo Howard
- Así es - contestó Jarvis - aunque siempre es un placer
Tan educado como siempre
- Y por último, le presento a la mujer más bella de todo el país - dijo Howard mientras reía, cogiendo la mano de una chica que se había puesto a su lado
Tony la reconocería en cualquier lugar o época.
- Un placer Anthony - dijo la chica - Mi nombre es María
- Encantado - Ahí no tuvo que mentir en absoluto. No pudo evitar que una gran sonrisa se plasmara en su rostro
Tenía una medía melena del color del sol que se posaba sobre sus hombros, adornada con varios accesorios para el pelo. Su mirada aceitunada era tan cálida como la recordaba. Pero el rasgo que siempre la hacía destacar entre el público, era su brillante sonrisa. Sonrisa que fue capaz de cautivar hasta al menos comprometido hombre.
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Al contrario que Tony, Steve no lo estaba pasando tan bien. Según se acercó a la valle para dirigirse al jardín trasero, los perros le vieron.
Estaba acostumbrado al cardio, ya fuera correr en la cinta o persiguiendo a amenazas de otro mundo. Sin embargo, la peculiaridad de aquella situación y lo ridículo que se sentía en ella no se lo ponían nada fácil.
