CAPÍTULO 2

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Briana entro en la cocina con las manos en la espalda.

Estaba segura de que Patrick continúaba enfadado con ella.

Y no le culpaba.

La forma en la que le había tratado en la fiesta de cumpleaños de Pablo no había sido justa.

Los azules ojos del niño,los cuales había heredado de su tío Luis, miraron a su madre entrecerrados.

-¿Que quieres?

-¿Puedo sentarme?

Señaló la silla que había colocada a su lado.

Y Patrick, decepcionado, ignoro la pregunta.

Envolver el libro de cuentos que le había comprado a Pablo con sus ahorros de navidad se le había convertido en todo un reto.

Con las prisas de Briana por llegar a tiempo a la fiesta,y el desorden de Lola en su armario para encontrar el bañador, finalmente habían olvidado el regalo para el cumpleañero.

Pero la madre de este les había comentado que podrían darle el cuento el próximo día en clase.

Y eso era justo lo que Patrick iba a hacer.

La voz de Briana,con acento sueco, recitaron de nuevo la pregunta.

Necesitaba arreglar las cosas con su hijo.

No soportaba el silencio que habia entre ellos.

-Patrick,¿Puedo sentarme?

-¡Esta bien!

Accedió el niño finalmente cansado.

La insistencia de su madre le habia hablandado.

-¿Sigues enfadado conmigo?

Los ojos del niño se alzaron del papel de regalo con rabia.

Por supuesto que lo estaba.

-Te has portado fatal conmigo.Y no tenías derecho a hacerlo.

-Lo se cielo-coloco los codos sobre la mesa. El atuendo de noche que llevaba la hacia parecer agotada-y lo siento mucho de veras. Debí escucharte.Tambien eres mi hijo...

-¡Exacto!-levanto la voz desde su silla-pero desde que papa se marchó no has vuelto a ser la misma.

-Cielo...

Acarició la mejilla de Patrick con la intención de calmar su rabia.

Pero este se levantó de la silla enfadado para coger las pinturas de colores que habían en el cajón del armaritio de copas

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Pero este se levantó de la silla enfadado para coger las pinturas de colores que habían en el cajón del armaritio de copas.

-No me gusta tu oscuridad mama-dijo el niño con el estuche de pinturas en las manos-y a Lola también le está afectando en su relación con las personas.

ANGEL CAUTIVODonde viven las historias. Descúbrelo ahora