Pregunto aquella intimidante voz másculina desde el otro lado de la pared.
-No lo se-respondio la mujer de largo cabello teñido en un rubio oro-es solo que...no puedo dejar de pensar en lo hay entre nosotros-ojeo la habitación oscura en la que estaba encerrada-¿Sabes cómo se le llama a ese sentimiento?
-¿Como?
-Sindrome de estocolmo
Levantó Briana vista del suelo con ternura.
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Y la mirada de aquel hombre con rostro oculto se paralizó durante segundos.
-¿Síndrome de Estocolmo?
-Si...ya sabes.Cuando el reen se enamora de su secuestrador.
Hundió la mujer sus manos en los dos palmos de agua que inundaban la habitación.
Y aquellos ojos negros tras la pared la miraron de nuevo.
-¿Y crees que el síndrome ese es lo que ha hecho que nos enamoremos?
-Si
-¿Y de que hayamos creado a nuestro futuro hijo?
Sonrió la mujer tras la pregunta.
Y los negros ojos del hombre la miraron entrecerrados mientras dejaba que una tenue luz iluminase su rostro entre un hueco que había en la pared.
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Su cabello era de un tono dorado.
Y su recortada barba le rodeaba los labios ,de forma sexy,hasta la barbilla.
-Mi hijo no es fruto de ningún sindrome Jack. Es la solución de un amor puro y verdadero.
Dijo Briana con las manos hundidas en el charco de agua estancada.
-¿Entonces eso significa que me quieres?
-Si...pero no por eleccion propia.
Aclaro la mujer.
Y la atractiva sonrisa de Jack se desvaneció de su rostro.
No podía creer lo que escuchaba.
La única mujer a la que amaba con todo el corazón no le quería. Sólo fingía sus sentimientos de atraccion a causa de aquel maldito síndrome.
El cual,nunca antes lo había escuchado.
-Briana no me digas esto.Porque sabes que no vas a salir de esta habitación hasta que te cases conmigo-la recordó-nuestro hijo necesita un hogar de verdad. Un hospital en el que nacer. No un agujero sin salida inundado en agua estancada-trato de persuadirla.
Pero Briana se mantuvo firme.
Nunca había dejado que nadie la manipulase. Y no iba a cambiar eso por un hombre que la había secuestrado y había abusado de ella durante una año entero.
-Se que no me vas a dejar que me vaya. Pero tampoco quiero hacerlo-observo asustada como Jack entraba en la inundada habitación y cerraba la puerta de esta con la llave de bronce que colgaba de la cadena de su cuello-no quiero que mi hijo nazca sin su padre presente.No soy esa clase de mujer -respiro con fuerza cuando este se arrodilló delante de ella-no podría con la culpa años después-añadio.
Y una sonrisa de plazer iluminó la cara de Jack.
-¿De verdad quieres que este contigo durante el parto?
-Si que quie...
Pero antes de que Briana pudiera terminar la frase los secos labios de Jack la besaron con fuerza y pasión.
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-
Tu y nuestro hijo sois lo más bonito que me ha dado la vida. Y prometo daros la felicidad que os merecéis. Aunque eso me lleve sacaros del país para que la policía no nos separe no nunca-la miro de nuevo a los ojos-te lo prometo.
