El río que a travesaba uno de los mejores parques de Estocolmo parecía mágico. El viento agitaba las ramas de los árboles haciendo resonar una melodía,y el sonido de las barcas moverse por las aguas le daba un toque rural a la ciudad.
Luis miro a su hermana con los ojos entrecerrados desde lo alto de la colina.
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Esta había alquilado con Lola una barquita a remo para navegar por el río durante una hora.
Y que Patrick estuviese en el cumpleaños de su mejor amigo,le había dado la oportunidad también de pasar más tiempo con su hija a solas.
-Mama¿Porque tenemos esto encima del labio?-coloco la niña el dedo sobre el arco de cupido.
-Es la marca de un ángel
Sonrió Briana.
Y la pequeña esbozo una mueca de confunsion.
-¿De un angel?
-Si,de un ángel
-¿Y cuando nos la hace?
Pregunto Lola con las manitas encima de sus piernas.
-Cuando nacemos.
-¿Y como nos la hace?
Añadió la niña.
Pero Briana en lugar de responderla miró a su hija con una mirada de cariño.
Adoraba verla hablar.
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Sus carnosos y rojizos labios, idénticos a los suyos,la recordaban a cuando era pequeña. Y de cómo en las fotos siempre los lucia con un carmín de labio color oscuro.
Lola recitó de nuevo la pregunta.
Ansiaba saber la verdad sobre el ángel.
Conocer cómo le había dejado aquella marca entre su nariz y sus labios.
Y Briana esbozo una sonrisa mientras se lo explicaba.
-Cuando un bebé nace,el ángel Arcángel derrama una gota de su sangre sobre la llema del dedo índice de la madre.Y esta,cuando lo coloca sobre el labio del bebé para calmar su llanto deja su marca.
