3

159 28 5
                                    

El viaje a su casa no fue tan largo y pesado como es de costumbre para Felix, casi siempre es el caminando lo más rápido posible y siempre pendiente por si lo pueden asaltar o hacerle cualquier otra cosa mala. Sin embargo, ahora que tenía entre sus brazos al pequeño niño que por cada ruido mínimo se apretaba más a él supo que debía caminar un poco más rápido que de costumbre.

Y en el momento en que Felix puso un pie en su pequeño, pero acogedor hogar soltó un suspiro lleno de alivio, pues al fin estaba a salvo un día más y con el pequeño niño en sus brazos, eso le llenaba de tranquilidad. El menor que seguía en sus brazos salió de su cuello para empezar a mirar alrededor del hogar con curiosidad y después poso su azulada mirada en el mayor, como pidiendo una explicación que Felix se la dio altiro.

-Bienvenido a mi dulce hogar. -sentencio con un poco de emoción, para poner las llaves en el lugar correspondiente y dejar al pequeño en el suelo para empezar a caminar hacia el sillón de su pequeña sala y sentarse, todo en silencio porque el pequeño se quedó en la entrada con un poco de desconfianza, pero al ver como el hombre con carita de gatito se sentó en el sofá y le dio unas pequeñas palmadas en este para que el fuera a su lado, además de abrir la caja donde estaban los brownies no espero mucho para ir así el.

El mayor dejo el pote al medio de ellos dos para que el menor comiera que no demoro en hacer la acción, porque a penas llego empezó a comer con rapidez, pero se sintió un poco tímido cuando se dio cuenta que se los acabo todos y levanto su mirada para ver como el mayor lo veía con una sonrisa en su cara. El pequeño se aferraba mucho más a su desgastada chaqueta con vergüenza, pero Felix sabía que sería el momento de buscar un poco de información. -No sé si te dije mi nombre, pero me llamo Felix ¿Y tú?

El menor ahora poso su azulada mirada en el mayor que le sonreía con calma y nuevamente ese sentimiento de paz lo ataco. -Soy Jeo-ongin. -Susurro con timidez.

-Bueno Jeongin ¿Qué prefieres hacer primero? -El pecoso ahora se levanto para agacharse al frente al pequeño. -Bañarte, curarte las heridas, comer y contarme que paso.

El de ojos azules insistió con su cabeza, estando de acuerdo con el orden de las cosas.

-Entonces... puedes bañarte solito mientras encuentro un pijama para ti y después curare tus heridas para que podamos comer la cena recalentada de ayer y más calmados me cuentas que paso ¿Esta bien para ti pequeño? -Nuevamente volvió a insistir, pero ahora con una pequeña sonrisa adornando su cara y corrió a lo que el suponía que era el baño, y milagrosamente acertando.

Y así pasaron unos 30 minutos haciendo todo lo dicho, entremedio de risas y sonrisas que transmitían confianzas y ya al estar limpio, curado y con el estómago lleno, era momento de empezar a hablar y contar lo sucedido, siendo el pecoso el primero en hablar.

- ¿Sabes el número de tus padres o algo que me haga contactarlos? -Jeongin negó con su cabeza y se encogió en su lugar con un poco de miedo. – Y ¿sus nombres?

El pequeño de ojos azules levanto su mirada para ver hacia el pequeño hombre que estaba expectante de su respuesta. -Papá Honnie.

Felix ahora sonrió ampliamente, pues tenía una pequeña luz de algo, aunque sea. -Es un nombre muy innovador y ¿El de tu madre?

Jeongin agacho su cabeza con un poco de pena. – No tengo, pero estaba mi papi.

- ¿Papi? -Felix interrogo con un poco de asombro.

-Si, pero mi papá Honnie dice que papi Hannie está dando un viaje por el cielo. -Jeongin relato jugando con el piyama que le dio el mayor. -Todas las noches le pido al cielo que me lo devuelva, pero papá Honnie dice que no es posible porque tiene una misión muy importante cuidándonos desde arriba.

Felix no pudo retener la lagrima traicionera que salió de sus ojos, sintiendo como su corazón se rompía poco a poco. Entendía perfectamente la metáfora y por más que trato de decir algo no pudo hacerlo por el nudo que tenía en su garganta y estómago.

Jeongin sacudió un poco su cabeza para cambiar de tema, no quería volver a llorar y tenía un poco de sueño, entonces se bajó de la silla de comedor para acercarse mucho más al pecoso. - ¿Podemos ir a dormir?

-Ya pequeño dormilon que mañana tenemos que ir a la comisaria.

Ambos se fueron a dormir, después de lavarse los dientes con pequeñas sonrisas y taparse hasta estar calentitos en la pequeña cama que tenía el pecoso.

- ¿Lixie? -Jeongin pregunto aferrándose a la sabana y recibió un pequeño inicio de atención.

- ¿Me ayudaras a encontrar a mi papá Honnie?

-Obvio pequeño, te ayudare y estarás con tu papá lo más pronto posible.

Lo que no sabía Felix es que tal como un chasquido el padre de Jeongin estaría con él, pero no sería una forma tan agradable y cuando supiera quien sería... empezarían su aventura. 

Holaaa, no se si alguien leera esto, pero a quien lo haga tqm<3

Nos vemos pronto, cuídense. 

Hijo de un Mafioso~ MinLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora