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Eran las 8 de la mañana y a pesar de que Felix está acostumbrado a levantarse temprano para ir a su trabajo, por primera vez en su vida quiso quedarse en cama durmiendo y flojeando por todo el día, evitando así la realidad. Sin embargo, sabía que no sería posible cuando en cualquier momento alguien tocaría la puerta y se lo llevarían a la casa del mafioso más grande de Corea o del mundo para cuidar de su hijo, porque no podía dejarlo libre y él todavía no podía asimilar como su vida cambio tanto en tan poco tiempo.

Buscando ánimos de donde sabe dónde se levantó de la cama para empezar a empacar las cosas que más necesitaría, pero recién se dio cuenta que con la impresión del momento no pregunto que pasaría con algunas cosas de suma importancia para él, tal como su casa y trabajo. El pelinaranja empezó a hiperventilar de la pura ansiedad, porque se negaba a vender la casa o algo y menos a renunciar a su trabajo que tanto le costó conseguir. Aunque su jefe era un demonio y mandón muchas veces, era buena la paga y podía mantenerse, pero.... ¿Cómo se mantendría ahora?

Felix empezó a hacer lo que mejor sabía hacer, ósea ideal algún tipo de plan de escape o plan de repuesto y como si le estuvieran leyendo la mente a su celular le llegó un mensaje. Con un poco de terror se acercó hacia la cama donde estaba para tomarlo y desbloquear, bajo con su dedo la barra de notificaciones y se dio cuenta que era un correo, sin pensarlo mucho lo abrió y mientras leía se sentaba en la cama.

Al terminarlo dejo el celular al lado suyo de la cama y trato de procesar el contenido, pero no podía. -No... ¿Qué? -Felix levanto de nuevo el celular para releer todo el contenido, sin creer que el mafioso literalmente compro su casa, le cancelo su pasaporte, hablo con su jefe por el tema de la renuncia y el dinero de esta ya está puesto en su cuenta, la cual estaba controlada por el mafioso, le restringió las llamadas tantos locales como internacionales y las transacciones de dinero, y finalmente, le informo que tenía un maldito GPS en todo momento desde que el mensaje fue enviado. -Esto debe ser una broma.

El pelinaranja solto un suspiro y tomo su cabeza con ambas manos, conto hasta 10 para calmarse, aunque sea un poco, pero le era imposible, le compro su casa y hizo un millón de cosas en menos de unas 24 horas sin su permiso, ni siquiera le pregunto o le aviso de antemano todo para controlarlo.

No quiso pensar más, porque por más que se quejara no serviría de nada. Lee Minho era el mafioso más temido y despiadado, desde que estaba en Australia se hablaba de él y como de forma inútil la policía trataba de encarcelarlo, siendo obviamente imposible. Toda persona que intento hacerlo termino al día siguiente muerta, arrojada en un rio, colgada en la puerta de su casa y hasta a veces pedazos de sus cuerpos eran mandados por correos a quien eran sus aliados como una forma de advertencia. Todavía podía recordar las imágenes que vio en su teléfono de la famosa masacre hace como unos 3 años donde en menos de tres días hubieron más de mil muertos, sin ningún sobreviviente y todo en manos del hombre que ahora era su jefe.

Lee Minho era un hombre peligroso

Dejo de vagar en sus pensamientos y empezó a arreglar sus cosas para la "mudanza". Felix saco sus maletas y comenzó a colocar la ropa que llevaría rápidamente en estas, que no era mucha. Solo un par de camisas y pantalones que compro de segunda mano y sus objetos personales. No se demoro más de 20 minutos y después vio toda su habitación, y decidió que iba a poner todas las cosas que no llevara en cajas para guardarlas en el sótano con llave.

Cuando sello la última caja con cinta adhesiva y fue puesta junto a las otras 10 supo que ya estaba todo listo, salió para cerrar con un candado la puerta y guardo la llave en un lugar secreto que encontró, rezando desde ya para que a nadie se le ocurra entrar.

El pelinaranja fue hacia la sala y empezó a hacer un orden general, desde su pieza, el baño, la cocina y la sala. Estaba un poco obsesionado con la limpieza y el orden, si algo le gustaba a él era estar en un lugar limpio y agradable. Por eso, al acabar de ordenar todo llevo sus maletas a la entrada con mucho esfuerzo al estar tan pesadas y fue a cambiarse de ropa que estaba un poco sucia.

Hijo de un Mafioso~ MinLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora