Capítulo 1

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16 de Marzo 2021

Alana

Los destellos del sol entran por la ventana y se reflejan en mi rebelde y abundante cabello castaño hasta llegar a mi cara haciendo que me moleste la luz en los ojos, trato de seguir durmiendo pero es inútil, una vez más intento despertar del todo y después de revolcarme en las sabanas buscando acomodo logro darme por vencida y decido despertar.

Unos minutos más tarde, me encuentro mirando el reloj que tengo en la mesa de noche, marca las 7:00 am, me siento en mi cama y me quedo mirando un punto fijo como si estuviera tratando de procesar cómo levantarme o algo así, es una costumbre rara que tengo y supongo que la mayoría de las personas también la padecen, se denomina pereza.

Cuando logro liberar la pereza de mi ser, me levanto y me dirijo al baño para lavar mi cara, al salir del baño escucho a mi madre llamándome

- Alana... Alana – Grita mi madre

- Señora – respondo mientras salgo del baño y cierro la puerta

- Nena, ¿ya te levantaste o sigues haciendo pereza? – pregunta gritando dulcemente mientras se escuchan sus tacones subiendo las escaleras – recuerda que hoy debemos ir por los resultados de los exámenes para saber que tienes, ya avise en la escuela que faltaras – dice mientras toca mi puerta y entra dándome una sonrisa de esas que te alivian el dolor cuando estas mal, esas sonrisas que te llenan y consuelan, más si es del ser que más adoras en el mundo

- Sí, de hecho ya me iba a arreglar para bajar a desayunar – dije mientras le devolvía la sonrisa

- Bien, entonces estaré abajo esperándote, no te demores – me advierte mientras sale del cuarto

Me quedo en el cuarto sola y me dispongo a irme a duchar pero antes tomo mi celular y coloco mi canción favorita You found me – the fray, se preguntaran ¿por qué esa canción? Bueno... más adelante entenderán.

Cuando termino de bañarme salgo y decido vestirme, tomé una playera blanca, unos shorts de jean y mis converse blancos, peine mi cabello y me rocié un poco de perfume en mi cuerpo de un momento a otro sentí un mareo leve pero me apoye sobre mi escritorio el cual estaba cerca, respire hondo y bote el aire, hice esto tres veces para así nivelarme. Cuando logré estabilizarme tome mi bolso y salí del cuarto para bajar a desayunar, la verdad es que no tenía mucha hambre pero... trate de comer para evitar darle explicaciones a mi madre.

Una vez terminé, las dos decidimos tomar rumbo al hospital, subí al carro de mi madre y como habitualmente hago, coloque el adaptador a mi celular y puse mi playlist durante todo el camino, a mi madre no le molesta mi música a pesar de que a veces sea un poco ruidosa, eso es lo que más amo de ella que no es como las otras madres aburridas, ella es mi mejor amiga. Lo único que me molesta a ratos es lo sobre protectora que puede llegar a ser.

Cuando llegamos al hospital mi madre estaciona el carro y bajamos rumbo al dichoso resultado, llegamos a recepción y de allí nos mandaron al sexto piso donde nos hicieron esperar hasta que el doctor nos anunciara. La verdad es que odio los hospitales no soporto la idea de estar internada ahí. Una vez nos llamaron entramos, el doctor Jones nos saludó cordialmente para después mandarnos a sentar.

- Bueno... vamos a revisar el sistema para ver los resultados – dijo mientras tecleaba en el computador

Mi madre y yo nos manteníamos calladas esperando respuesta del doctor y durante unos minutos se formó un silencio extenso, hasta que el doctor volteo a mirar a mi madre con cara seria.

- Lo que les voy a decir no es tan bueno... pero necesito que mantengan la calma y sepan que las voy a ayudar en todo el proceso – dijo el doctor mientras miraba con cara de preocupación

Mi madre y yo nos miramos asustadas hasta que el doctor finalmente confesó

- Su hija tiene Leucemia linfocítica aguada es por ello que siente los mareos, las faltas de apetito y muy probablemente tendrá más síntomas con el paso del tiempo – dijo el doctor mientras nos miraba abatido y colocaba su mano en el hombro de mi madre quien con el solo decir leucemia se soltó a llorar desesperadamente.

- Necesito que no se desesperen sé que la noticia no es buena pero les prometo que haremos todo lo necesario para ayudarte – esta vez habló dirigiéndose a mi

En ese momento experimente un tumulto de sensaciones en mi ser, sentí como un ardor empezó a apoderarse dentro de mí, percibí una carga de nervios recorrer todo mi organismo y la verdad es que mi cuerpo empezó a padecer provocando que me mareara, me dolía ver a mi madre así y es ahí donde no sabía qué hacer, sentí ahogo en mi cuerpo, no sabía si llorar, gritar o salir corriendo de allí. Todavía no lograba procesar la información que el doctor nos dijo, estaba en shock, en mi mente se empezaron a generar preguntas sobre mi futuro ¿Qué pasaría ahora conmigo?, ¿Qué le diría a mi mejor amigo?, mi graduación y mi vida... 

Mis pensamientos son interrumpidos por mi madre que me abraza entre sollozos para luego decirme en el oído – no te preocupes por nada porque yo como tu madre haré todo lo que este a mi alcance para que todo salga bien, lo único que yo necesito es que tu sigas siendo esa niña feliz que eres y que nunca dejes por nada del mundo de ser feliz te lo pido.

Yo solo asentí y contuve con todas mis fuerzas las ganas de llorar, yo sabía que al llegar a mi cuarto iba a ser un mar de lágrimas, pero por ahora no quería verme débil delante de mi madre, solo quería saber a que procederíamos e irme a casa.

- Lo siento mucho, pero ahora debemos programar citas médicas para poder revisarla y chequear como va en el proceso, empezaras proceso de quimioterapias, eso es lo más complicado del asunto, pero Alana necesito que seas fuerte – dijo el doctor mientras me miraba y esperaba una respuesta de mi parte

Yo solo asentí con la cabeza, no era capaz de hablar, si hablaba me iba a quebrar y no quería hacerlo ahí, no quería que mi madre se sintiera más devastada de lo que ya estaba.

- ¿Qué debemos hacer ahora? doctor – dijo mi madre entre sollozos y tratando de calmarse pero era inútil, se le notaba en la mirada lo devastada que estaba y su llanto brotaba sin esfuerzos  

- Lo primero que haré será mandarle hacer las quimioterapias. Alana debes saber que esto será muy fuerte para tu cuerpo, ya que lo que te canalizarán es potente y ayudará a atacar a las células cancerígenas que invaden tu cuerpo. Con el paso de los días notaras que el cabello se te empezará a caer, pero... no te alarmes existen maneras de llevar esto y las tendremos en cuenta en tu proceso para que no te sientas incomoda, solo te pido que seas fuerte, tu fortaleza te ayudará más de lo que crees

El doctor hablaba y hablaba y yo solo asentía sin entender un carajo, estaba tan afligida que solo quería salir corriendo y encerrarme en mi cuarto. No soporto los hospitales porque siempre que las personas visitan uno es para recibir malas noticias a cerca de sus estados de salud y lo que hacen es cargarse de dolor, miedo y tristeza.

Finalmente terminó el tormento y nos despedimos del doctor. 

El trayecto a casa se tornó largo y silencioso, mi madre no me decía nada, tal vez quería evitarme el tema para imaginarse que todo estaba bien pero... es algo estúpido porque acabábamos de recibir la noticia.

Me centré en mirar por la ventana y ver pasar los arboles para despejar mis pensamientos, al llegar a casa subí a mi habitación. 

Mientras mi madre salió a comprar mis medicinas, yo empecé a desahogarme... una lagrima brotaba seguida de las otras, me contuve tanto en el hospital que los sollozos salían con facilidad, comencé a gritar de la rabia que sentía conmigo misma, ¿Por qué carajos me pasa esto a mi? ¡POR QUÉ!

Terminé arrinconada en una esquina de mi habitación maldiciendo y llorando, abrace mis rodillas mientras sentía como mi cuerpo entraba en un estado de debilidad, sabia que me iba a morir.


ALONE 🌑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora