Draco se fue por el mismo camino que de Luna con una extraña sensación, era como si todas sus dudas ya no estuvieran ahí, ¿En verdad podía creer lo que dijo esa chica? Bueno, ella supo por lo que iba y también le dijo como llegar al jardín, quizá ella sea una especie de vidente o algo así, era extraño, estaba tan metido en sus pensamientos cuando de pronto escucho un susurro que decía ~Harry~ al parecer sí había recibido respuesta a su propuesta. En medio del patio saco su libro de pociones y lo abrió por la mitad, le dio la vuelta al pergamino con el hechizo y leyó.
Claro, no tengo nada que hacer, te veo hoy. Y sí, voy a ser puntual ¿Crees que me puedas ayudar en una tarea?, Hermione ya me dijo que no. Te veo en el desayuno, aunque de lejos.
Oh Potter, eres extraño, muy extraño, era como si hace menos de un mes ellos dos no se hubieran intentado matar en el pasillo de el aula de pociones, era extraño el sentimiento hacia él, pero sabía que probablemente no era correspondido, lo mejor era esperar o hablar con Luna.
Entro al castillo y se sentó con las serpientes viendo hacia los leones, cuando menos se dio cuenta Luna estaba a su lado y le susurro al oído lo que provocó que en primera instancia saltara en su puesto hasta que ella hablo.
– Tranquilo, soy yo. Él también lo siente, pero es algo lento. Yo también creo que el avada le daño el cerebro, ten paciencia. – Ella se levantó y se fue a su mesa.
Draco no se había fijado que en la entrada del gran comedor estaba Potter viendo hacia Draco con cara de hastío, al parecer no le sentó bien ver a Luna con él, estaba que podía echar fuego por las orejas pero Hermione interrumpió su larga lista del por qué Luna hablaba con Draco.
– Fue raro, sí, pero sabes, esa chica Ravenclaw es amiga de todos, estoy segura que ella ha dicho ser amiga tuya...
– Pero yo ni la conozco, y ¿Por qué hablaba con Draco?
– ¿Le acabas de decir Draco a Malfoy?
– No, de seguro escuchaste mal, igual, es raro. – Le había llamado Draco, felicidades, acababa de firmar una investigación de Hermione y un interrogatorio antes de salir esa noche, iba a tener que decirle que iba a salir antes de las 6 para que a las 7 ya pudiera estar ahí.
Draco pudo no haber notado nada de lo sucedido y de la indignación de Potter, pero Pansy sí se dio cuenta.
– Oh mi rubia, a qué no sabes lo que vi...– tarareo las últimas palabras, estaba realmente feliz.
– Dime Parkinson, ¿Qué vieron tus bellos ojos llenos de maldad?
– Potter esta celoso y es por ti mi rubia hermosa.– eso era broma, una de mal gusto, pero Pansy se veía muy confiada y parecía decir la verdad.
– Sí, como digas loca, ya deja de inventar.
– No invento nada, si no me crees mira como ve a esa Ravenclaw que hablaba contigo.
Era cierto Potter veía a los de Ravenclaw, pero la veía exactamente a ella como si quisiera matarla, pero ella sólo le sonreía y comía budín. Era gracioso, pero extraño, lo mejor era no pensarlo.
Pasó el día muy rápido, parecía que todos los relojes se habían adelantado y ya casi se tenía que ir para preparar todo.
Draco llevaba varios inciensos de canela y algunas velas de Lavanda, rara combinación pero primero pondría las velas para estudiar y luego los inciensos para dormir; llevaba un par de mantas gruesas y bocadillos de su madre, la cual estaba al tanto de lo que pasaba aunque él no se lo hubiera dicho, pues ese día le había llegado una carta a la hora del descanso de ella que decía:
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Luego de pociones
FanfictionA Harry Potter no se le da para nada bien la clase de pociones, es todo un desastre si se trata de ejecutar alguna, en cambio Draco Malfoy es todo un prodigio para esa clase y se espera muchas cosas de él, quién diría que alguna vez a San Potter le...