Ya había pasado un tiempo Harry seguía practicando oclumancia con la señora Malfoy la cual era muy amable por más raro que pareciera, había logrado dominar la oclumancia muy bien y muy rápido sabía cómo evitar pensamientos y detectar pensamientos plantados.
Ese día había iniciado normal era lunes y la clase de pociones había empezado de lo mejor.
Snape hablaba con su típico tono aburrido - Bien jóvenes, hoy habrá un examen sorpresa porque un alumno de está clase no presentara su examen final he decidido hacer esto. Guarden todo y sólo dejen su caldero, balanza y varita sobre la mesa. - Todos obedecieron al instante cuando ya todos habían guardado sus cosas, Snape hizo si movimiento de brazo y unas notas aparecieron en la pizarra - Ahí están las indicaciones que deben seguir, las notas se las entregaré este jueves, pueden empezar.
Harry empezó lo más rápido que pudo a cortar los ingredientes y a recordar momentos de sus clases con Draco pues eso lo ponía feliz, sintió como Snape pasaba a su lado un par de veces y lo miraba con recelo pero no le daba importancia porque estaba muy tranquilo como para que algo lo llegara a perturbar.
A mitad de la preparación de la poción, Snape se colocó delante de él obligándolo a levantar su mirada, al hacerlo se encontró con unos ojos negros que parecían intentar ver su alma y al sentir eso supo que debía de poner defensas algo que no paso desapercibido por Snape pues abrió los ojos y esbozo una media sonrisa.
- Al parecer tienes cerebro, Potter me preguntó quién te ha enseñado. - con esa mirada negra lo miró y luego recorrió toda el aula para detenerse en Draco - Oh, al fin te das cuenta de las personas que valen la pena. - Snape se volteo y siguió su recorrido por el aula.
Harry podía decir que sí se había dado cuenta de quienes valían la pena, pues para ser sincero fue mejor la amistad que le otorgó Draco en esos días que la que Ron le dió, aparte había ayudado en su desempeño en pociones y en las barreras de su mente indirectamente.
Era algo para agradecerle a draco a parte del cariño que le había tomado al chico rubio que al parecer siempre estuvo ahí pero nunca lo había valorado del todo. A ese punto harry creía posible que si el sombrero seleccionador le hablaba de nuevo una primera vez sin duda hubiera dicho que slytherin era la mejor casa para él.
El examen fue bastante fácil luego de las clases particulares pociones era muy sencilla, hasta pudo soportar la mirada de snape al llegar con una poción casi perfecta, pues se le había pasado un par de segundos en fuego alto, pero eso era algo que podía solucionar muy fácil.
Al regresar a su asiento tomo el pergamino y escribió:
Hoy a las 6 en el jardín, lleva la cena si puedes. te voy a estar esperando.
Draco que aun hacia fila para entregar su poción al escuchar el susurro de harry le recorrió un escalofrío electrizante por todo el cuerpo, al llegar al principio de la fila el profesor snape elevo una ceja y pregunto con voz que denotaba interés.
- Asi que ayudas a Potter, algo nuevo para mi. Aunque sospeche algo cuando Narcissa dijo que iba a venir regularmente al colegio.- snape hizo un movimiento con la cabeza para que se retirara.
Inmediatamente tomo el pergamino y lo leyó, luego tomo sus cosas y salio a la cocina en busca de un elfo que le llevase la cena de ese día. Al entrar más de una docena de elfos se aglomeraron frente a el para ofrecerle dulces y postres, té y jugo de calabaza.
Al ver que los elfos no dejarían de ofrecerle cosas y no lo dejarían hablar subió un poco la voz para preguntar - Alguien esta dispuesto a hacer una cena oara dos y llevarla al jardín de ravenclaw - Más de veinte elfos levantaron sus flacuchos brazos, - bien, lleven la cena 5 para las seis y no dejen que nadie entre antes que yo llegue ahí por mas que insista después de las 5.- los mismos elfos volvieron a mover la cabeza de arriba a abajo.
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Luego de pociones
FanfictionA Harry Potter no se le da para nada bien la clase de pociones, es todo un desastre si se trata de ejecutar alguna, en cambio Draco Malfoy es todo un prodigio para esa clase y se espera muchas cosas de él, quién diría que alguna vez a San Potter le...