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A la mañana siguiente Draco se despertó y vio a Potter en toalla mirando un poco más allá de la laguna, se pudo haber quedado viendo la espalda de Potter por toda una vida, su piel se veía suave, aunque tenía un par de cicatrices, su trasero era redondo y respingado, ¿Cómo se vería Potter sin esa toalla? Se ruborizó ante ese pensamiento. Se veía que los entrenamientos de Quidditch tenían efecto en él por sus piernas tonificadas y sus brazos con un poco músculo.

Draco lo estaba admirando cuando Potter se volteo a verlo, tenía el cabello más despeinado que nunca y se notaba que acababa de despertar. Draco miro al reloj de agua y vió que eran las 6:30 de la mañana, luego volvió la vista a Potter y le pregunto con voz aún somnolienta.

- ¿Por qué no me despertaste antes?

- Se te veía cansado, creo que del otro lado de esas enredaderas hay una pequeña cascada en la cual nos podemos bañar.

- ¿Hay una cascada aquí adentro? - Wow, ese lugar no dejaba de impresionarlo, parecía no tener fin.

- Sí, eso parece, ¿Vienes a bañarte?

Draco miro sus cosas y vió que no tenía una toalla, no iba a ir en ropa interior hasta allá con Potter viéndolo.

- No tengo toalla, voy a ir a bañarme a mi habitación - se levantó y empezó a acomodar las sábanas cuando sintió que algo le golpeaba la espalda.

- Póntela, Hermione me enseñó a hacer aparecer objetos de limpieza porque soy muy olvidadizo. - tenía una gran sonrisa, parecía completamente orgulloso de que había logrado hacer aparecer unas toallas de la nada.

- Está bien, ¿Me esperas?

- Sí, aquí voy a estar dado vuelta.

Draco empezó a quitarse su ropa con la mayor elegancia que podía por si Potter salía de curioso, no se quitó su ropa interior y se puso sobre ella la toalla, se sentía extraño, nunca había caminado en toalla hasta los baños de Hogwarts por el hecho de ser un Malfoy siempre tenía un baño privado.

Se dio la vuelta y Potter lo había estado viendo, rápido volteó hacia el huevo de oro y le pregunto si se lo podía pasar, Draco lo tomo y se lo llevó.

Caminaron hacia las enredaderas y sí, ahí había una pequeña cascada que daba a un pequeño lago, se metieron dentro de este, el agua estaba tibia.

Potter tomo el huevo de oro y lo abrió, que mala idea, este empezó a gemir y a hacer ruidos insoportables. Rápidamente Potter lo cerró.

- Lo siento.

Draco acababa de recordar algo, el día anterior cuando fueron a ver a Luna vió como Krum se tiraba con algo entre los brazos hacía el lago y luego no se escuchó nada aparte de una linda melodía, quizás si...

- Dame el huevo.

- ¿Qué?

- Dame el huevo, ahora.

- Está bien... - Potter extendió los brazos para darle el huevo a Draco. Él tomó el huevo y lo metió en el agua, se metió él también en el agua y lo abrió, bingo.

Del huevo empezó a salir una canción, ya no eran gemidos horribles. Draco salió del agua todo empapado.

- Escúchalo en el agua, son sirenas por eso se escucha tan horrible fuera del agua. Me voy, descifra el enigma solo, tengo que enviar una carta.

Draco le volvió a pasar el huevo a Potter y salió del agua, se seco con la toalla, se vistió y salió camino a la buhonera con un pergamino y una pluma en donde escribiría una carta a su madre. Llegó a la buhonera e hizo un encantamiento sombrilla para que no le cayeran gracias de pájaros, se apoyo en una repisa y empezó a escribir.

Luego de pocionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora