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A la mañana siguiente Draco volvió a despertarse primero pero más porque alguien sacudía su hombro, al abrir los ojos vió a Luna ahí, volteo a ver y Harry aún seguía dormido.

Se estiró y se sentó en la colchoneta para después murmurarle a Luna

– ¿Qué pasó?

– Hoy vi a un búho real y a una lechuza fuera de aquí y traían unas cartas así que se las traje, ten – Luna le pasó un sobre que llevaba la firma de su madre –, también dale está a Harry – Le paso otro con el nombre de Lupin.

– Sí, yo se la doy a él, no te preocupes.

Luna salió del jardín, Draco volteó a ver el reloj y vió que ya eran las 7, al ser vacaciones por navidad no se preocupaba por la hora en la que se despertarán.

Se frotó los ojos y abrió la carta de su madre donde decía.

Querido Draco, me ofende que pienses que te robe una historia, yo sólo le di la foto y le dije que lo habías conocido antes y que también conocimos a su madre y que los ayudamos, pero no entre en detalles, así que no te debo nada porque también le dije que cuando tú quisieras le ibas a contar.

Por otro lado, la marca sigue agarrando color, voy a pedirle a Severus que me deje una chimenea apartada para entrar mínimo dos días a la semana a enseñarle oclumancia a Potter porque así como eres tú te vas a hartar rápido de enseñarle.

También, si por alguna razón regresara el señor tenebroso te quedarás con tu tío Sirius o en alguna propiedad alejada de Severus porque es muy peligroso que estés cerca de él, yo le podré inventar que estás en Grecia o algo así y que estás viendo artículos de artes oscuras. Cuídate, te enviaría con Potter, pero a sus tíos dudo que le haría gracia ver a un amigo de Potter en su casa por lo que me ha contado mi primo, ni siquiera quieren a Potter ahí.

Cuídate, tesoro con mucho cariño, tu madre.

Bueno, ahora le iba a deber una disculpa a su madre y no tenía sus dulces de almendra, que mal iba empezando el día.

Decidió que iba a despertar a Harry, así que se volteó y tomó el hombro de Harry y lo empezó a sacudir hasta que se despertó.

– Hey, hoy vino Luna y dijo que tú lechuza estaba fuera con una carta para ti, ten – Draco le pasó la carta con la firma de Lupin – Yo debo de enviar una carta, adiós, te veo luego.

Harry abrió la carta un poco temeroso y empezó a leerla.

Hola Harry, puedes llamarme Remus si quieres. Entiendo que no le quieras decir nada a Sirius, aveces es un poco dramático.

Lo que te dijeron tus tíos está mal, nadie debe de ser curado porque no es una enfermedad ni nada de eso, es algo con lo que uno siempre vive y se debe aceptar porque no es por elección propia, no debes de sentirte mal o sentir que eres raro por eso. Tampoco debes de intentar "curarte" porque sólo te harás mal.

Esta completamente bien que te guste un chico, son tus gustos, es tu vida. Me alegra que confíes en mí para esto.

Sabes, por lo que dijiste que empezaría a juzgar desde saber el nombre del chico creo saber quién es, y creo saber que te gusta desde hace un tiempo pero no me voy a aventurar a decirte por si acaso no es él.

Si tienen los mismos sentimientos dile y si no, pues nada pierdes intentándolo. Bueno, quizás y pierdes su amistad, pero puedes hablar con su círculo más cercano para saber qué es lo que siente por ti e igual, si se preocupa y da señales que le gustas, atrevete y dile.

Luego de pocionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora