🖤 Capitulo Cuatro 🖤

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Caminando por la pasarela daba a relucir la ropa que llevaba puesta, dando un par de vueltas y pasos con gracia. Dando una mirada sensual que hacía juego con su atractivo rostro miraba hacia las cámaras que fotografiaban su rostro y atuendo.

— ¡Bien, hemos terminado por hoy!.

Grito el fotógrafo separando su ojo de la camara y asi poder verlo.

Bajo de la pasarela para poder cambiarse de ropa y poder irse.

Entro a los vestidores quitando el traje rojo que resaltaba todo su cuerpo para ponerse unos pantalones de vestir color verde militar, camisa blanca y zapatos Negros.

— Hey, TeTe, iremos a una fiesta. Ya sabes, música, alcohol, mujeres. ¿Vienes?

Se despeinó alborotando su cabello y que este volviera a tener sus chinos qué parecían Maruchan todos alborotandos.

Tomo su mochila y la colgó en su hombro para volteaste y así ver a Hyo su amigo de la infancia.

— No.

Fue un " No " tan frío y amargo que hizo que Hyo se encogíera en su lugar por su voz grave y sensual.

Bajo la mirada jugando con sus deditos, no era capaz de verlo a los ojos cuando esté hablaba en ese tono serio y amargado. Solo pudo sentir como sus mejillas se calentaban.

— Pe- Pero ... Es que, ya no hemos salido solo los dos, y tu .... Has estado muy distanciado

TaeHyung bufo cansado.

— Hyo, no tengo tiempo para tus niñerias, Ya te dije que estoy ocupado — Quiso salir por la puerta pero los brazos de Hyo fueron más rápidos y se enredaron en su cintura.

Trato que soltarse pero el contrario puso más fuerza.

— Por favor, solo quiero estar contigo un rato — TaeHyung se volteo para verlo, tuvo que bajar la cabeza para poder verlo a los ojos.

Aún que se intimido un poco, Hyo también lo miro.

Poco a poco se iban acercando, su corazón de pollo empezó a latir rápido al tener al ser más atractivo tan cerca.

Sus labios rosaron contra los de TaeHyung pero antes de si quiera besarse este le dió un empujoncito, que hizo que retrocediera.

— No tengo tiempo para esto, Adiós.

— Pe- Pero, ¡TeTe! — Grito viendo como salía casi corriendo de allí, su corazóncito de pollo empezó a doler, sus hermosos ojos grandes se cristalizaron.

Bajo la mirada, sus lágrimas bajaron por sus rosadas mejillas. Miro con tristeza como Kim subía a su auto y se iba, sin si quiera despedirse.

Como un niño pequeño.

Solo se quedó viendo cómo el auto se alejaba. Joder.

¿Por qué la vida se esmeraba en decirle que solo era un estorbo para el amor de su vida?

Siempre veía como TaeHyung besaba otros labios que no eran los suyos, siempre tenía que soportar que la persona que le gustaba saliera con alguien más, siempre lloraba cada que veía como este follaba con cualquiera sin darse cuenta que el escuchaba todo tras la puerta...

Dolía.

Dolía mucho.

— ¿Otra vez llorando por ese maldito insensible?

El solo pudo correr para esconderse en esos fuertes brazos para sentir el calor.

Entonces dejo salir todo el llanto escondido en los brazos de su hermano, Kyo.

Por qué se sentía tan mal de que TaeHyung no se diera cuenta del amor que le ha tenido desde que eran niños.

— Ese maldito —
Mal dijo ganándose un golpesito en su pecho de parte de su hermano menor.

Tuvo que bajar la cabeza un poco para poder ver esos hermosos ojos café claro llenos de lágrimas.

— De- Deja en paz a Mi TeTe be- bebé, ¿N-No ves que es demasiado hermoso para ser real? — Dijo entre hipoteos para luego seguir sollozando con fuerza escondido en el pecho de su hermano.

De mala gana bufo.

No le gustaba ver a su hermanito así.

Siempre era el quien lo consolaba.

Odiaba tanto a TaeHyung, que juraba que un buen día le cortaría los huevos por hacer llorar a su hermanito. Por  qué a diferencia de Hyo, Kyo era más varonil, tenía unos increíbles múscolos, un cuerpo tan fornido, Joder, y ni hablar de su carácter en menos de un segundo podía mandar a todos al mismo infierno.

Mientras que Hyo, era todo una masita esponjosita. Tenía un cuerpo pequeño que cualquiera podía cargarlo con facilidad, a el le gustaba más las cosas de chicas. Era tan sencible y cariñoso. Tenía unos hermosos ojos café claro y cabello pelirojo y quebrado.

Lastima que la mayoría se aprovechaban de el.

— Hey, mi pequeño pececito, no me gusta verte llorar y mucho menos por alguien tan idiota como Kim. El no te merece bebé — posó sus grandes y huesudas manos sobre la pequeña cintura de el contrario.

Quiso dejar su beso en los labios de su hermano pero este giro su cabeza.

— Kyo, somos hermanos.

— Pececito, nosotros siempre nos damos besitos en los labios como amor de hermanos, desde que te enamoraste de ese estúpido pelos de Maruchan no me dejas darte amor — lo miro con el ceño fruncido.

Mientras Hyo, bajaba la miraba con los cachetes rosas.

— Es que, .... Aveces es vergonzoso que quieras hacer eso siempre.

— Osea que ya no puedo darle amor a mi hermano, bien, está bien.

Rompió el abrazo para alejarse de él.

— Kyo.

— Perdón si te avergonze frente a tu estúpido enamorado.

Sabía que solo estaba bromeando así que fue a él.

Mientras Kyo seguía diciendo un sin fin de cosas absurdas solo por qué estaba celoso.

— ¡Ya!, ¡Kyo! — estrelló sus labios contra los de su hermano. Demostrándole su cariño.

Kyo rio bajo y abrazó a Hyo por los hombros. — Vamos a casa Pececito, te consentiré todo lo que quieras pero ya no quiero verte llorar por ese hijo de la gran muralla.

Ah.

Kyo siempre tan lindo.

¡𝑷𝑨𝑷𝑰!「 ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora