🖤 Capitulo Doce 🖤

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JungKook siempre había sido un niño muy valiente, si tal vez era algo tímido o un poquito penoso, pero aún así no pudo evitar mojar su pañal y bajar la cabeza con las mejillas rojas cuando vio que los niños que lo molestaban se acercaban a el.

Suspiró.

Suspiró con tristeza por qué sabía lo que venía, si el solo estaba jugando en el patio sentadito en el sesped jugando con sus juguetes [ con los pocos que tenía ], ¿Por qué esos niños odiosos tenían que arruinarle el día?.

¿Por qué siempre era solo a él a quien molestaban?

Lo no sabía, tampoco sabía ¿Por qué no tenía el valor de decirle a MaRiel que siempre lo molestaban?, Talvez por miedo a volver a ser ignorado. O quizá por qué no quería que otra vez lo abandonarán.

— Pero miren a quien tenemos Aquí.

Hablo uno de los mocosos.

— A la rata de alcantarilla

Le siguió otro.

JungKook bajo su cabeza sintiendo sus ojitos llenarse se lágrimas mientras luchaba para no hacer un puchero de tristeza.

Los chamacos lo empujaban de un lado a otro jugando con el como si fuera una pelota.

— ¿Que es eso? — hablo cuando vio la cadena de oro en el cuello de JungKook — ¿Que tienes ahí?

Entonces sin importar que estuviera en su cuello el la arrebató para verla de cerca.

— ¡Dámelo!, Es mío — intento quitarsela al mocoso odioso pero este se la lanzo al otro — Po- Por favor es mía

Los chamacos siguieron jugando con la cadena, la cual era muy importante para el ya que había Sido un regalo de MaRiel.

— ¡WooJin dámela! — pelo contra el mocosa para quitársela, lo empujó y golpeó pero solo se ganó un empujón que lo hizo caer en el charco de lodo. 

Joder.

Justo ese día tenia que ponerse su suéter preferido de conejitos.

Los dos mocosos se acercaron a él y empezaron una pelea en el lodo, le jalaban su delicado cabello, y recibía varios manotazos en sus brazos, incluso recibió un golpe en el estómago el cual le saco todo el aire.

Sus ojos volvieron a cristalizarse sus labios formaron un puchero, puso sus brazos alrededor de su estómago mientras trataba de respirar bien.

— Ma-mami~

Apretó sus ojitos mientras se había bolita aún estando tirado en ese charco de lodo.

Los niños odiosos empezaron a reír a carcajadas. Les parecía gracioso ver cómo se retorcía de dolor.

— ¿Quieres a tu mami, rata de alcantarilla?.

— ¡Shin y Kang!

Mierda.

Después de que MaRiel castigará a cada uno de los chamacos odiosos vio como JungKook estaba sentadito sobre una banca completamente lleno de lodo aun llorando mientras temblaba de frío.

Ella suspiro mientras caminaba hacia el.

— Hey KooKi — alzó la cabeza viendo a la chica — Vamos a cambiarte bebé.

Hablo con un tono suave para no asustar más al pobre niño.

JungKook alzó sus brazos hacia ella y sin importar que estuviera lleno de lodo lo cargo para llevarlo al baño y así poder cambiarlo y darle un baño.

Después de todo ese proceso ahora se encontraba en una lucha con el menor, la misma pelea de siempre.

— Es que no quiero ese, quiero esos — señaló sus grandes pechos.

— JungKook ya hablamos de esto, no lo haré hoy no ganarás.

Trato de hacer que tomara del biberón pero el simplemente aparto la cabeza.

Bueno.

Bastó solo con hacer ojitos de cachorro regañado y un puchero para obtener lo que quería.

— Ah — suspiro viendo cómo JungKook seguía succionando su pezón aún dormido — ¿Que voy a hacer contigo KooKi?

Dejo de dar palmaditas en su pequeña espalda para tomar su cobija rosada y cubrirlo con ella, luego comenzó a acariciar su castaño cabello ondulado.























¡𝑷𝑨𝑷𝑰!「 ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora