Nuestro amor es como el viento

Capitulo V

Es viernes en la noche y Sofia se encuentra en su habitación escuchando música a todo volumen mientras ojea el anuario escolar, pasando páginas tras páginas apresurada, como si buscara algo en específico. 

Por un momento se detiene y mira inconscientemente la foto de Brenna, hace una mueca y pasa de rapidez la página como si se tratase de un fantasma. 

Después se detiene en una página donde están especialmente los estudiantes de último año, empieza a mirar foto por foto, leyendo los perfiles y las ambiciones de cada uno. 

Nada interesante, piensa, rodando los ojos. 

A punto de pasar la página se da cuenta de que la foto de Chloe también está ahí. 

Sofia parpadea un par de veces, tratando de aclarar la vista y se acerca más al libro, empezando a sentirse más interesada y lee, 

"Chloe Hosterman 
Cruz Roja; Estrellas y Planetas; Club de Drama  Ambición: Presenciar un milagro." 

Sofia levanta la vista, reflexiva antes de volver a poner su atención en el libro, esta vez en la foto de Chloe por un momento. Ensimismada, aparta la mirada del anuario y lo cierra con cuidado.

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—Sabes la respuesta— asegura Sofia en un tono pacífico, sentada en el escritorio mirando a Anna—¡Sé que la sabes!—reitera. 

Anna no dice nada, sólo rueda los ojos y comienza a girar un balón de baloncesto sobre el escritorio, haciendo un gesto de aburrimiento. 

Sofia levanta la cabeza cerrando los ojos y suelta un suspiro, pensando en que hacer. 

Comienza a mirar alrededor del salón, fijando su mirada en la ventana y segundos después se da cuenta de que afuera en el patio hay una pequeña cancha de baloncesto. 

—¡Tengo una idea!—suelta de repente mientras salta del escritorio. 

Anna la mira insegura, inmovilizando el balón—¿Una... idea?—

—Sí, sólo sígueme—Sofia asiente con una sonrisa y comienza a caminar pero Anna no se mueve, entonces Sofia se gira y la llama en un tono bajo y tranquilo—Anna—

Chloe gira su cabeza para observar a ambas chicas y frunce el ceño confundida antes de concentrarse nuevamente en su alumno. 

Anna se voltea un poco desde su asiento y observa a Sofia mover su cabeza, indicando que la siga. 

—De acuerdo, ya voy—asiente, agarra su balón, se levanta y sale del salón de clases en compañía de Sofia. 

Al llegar a la cancha—Ubícate justo aquí—indica Sofia, señalando con su dedo. Anna sin protestar lo hace y ve a Sofia pararse a una misma distancia pero un poco más alejada de ella. 

—¿Ahora qué?—pregunta Anna sosteniendo el balón entre su cintura y su brazo. 

—Bien, somos tú, yo y la canasta. Formamos tres esquinas del triángulo—explica mientras Anna la escucha detenidamente—Ahora avanza hacia la canasta—pide. 

La más joven asiente y comienza a dar dos cortos pasos mientras Sofia la remeda y avanza al mismo compás, haciendo una pausa justo cuando Anna se detiene. 

—Ahora, ¿Estoy en el mismo ángulo de antes contigo y la canasta?—pregunta Sofia mirando a Anna pacientemente. 

—Sí—asiente la más joven.

—¿Y tú?—cuestiona Sofia de nuevo—También—repite Anna con seguridad. 

—¿Entonces que triangulo somos?"—