my butterfly 🦋 {Larry Stylinson}

Parte 28: (Harry POV)

Harry llegó un poco —o tal vez bastante— tarde al despacho del doctor Payne porque después del casi-beso que le había dado Louis se había quedado unos 10 minutos mirando a la pared con la mano en la comisura de los labios.

Al darse cuenta de que iba tarde se fue rápido a la ducha. Era la primera vez que se duchaba desde hace dos semanas y no pudo quedarse mucho tiempo. Se cambió de ropa — No pensaba pasearse por el psiquiátrico con el pijama de hospital y menos ir así vestido para ver a Louis — y fue corriendo hasta el despacho. Por el camino se chocó con una limpiadora que estaba fregando el suelo y le tiró el cubo de la fregona sin querer. Se paró a ayudarla aunque ella le repitió que no hacía falta y tardó un rato en recogerlo todo. Luego, cuando quiso salir corriendo, se resbaló en el suelo que aún estaba húmedo y se hizo daño en el codo, probablemente se lo había dislocado o algo así pero tampoco tenía tiempo o ganas para ir a la enfermería además, era el brazo de los cortes, y no necesitaba más gente viendo sus cicatrices y heridas.

En conclusión: Harry llegó casi una hora tarde, con el pantalón algo mojado y con un codo roto a su cita con Geoff.

- Pero mira quien está aquí, si pensaba que te habías olvidado. - Dijo Payne sonriéndole.

- Lo siento mucho de verdad, es que, han pasado muchas cosas y... Me he caído y he tenido que ayudar a limpiar y luego la...

- Tranquilo Harry, está bien, no pasa nada. Pero hoy no tengo tiempo para atenderte, tendrás que venir mañana. - Le interrumpió Geoff. Para Harry casi era un alivio, le palpitaba el brazo, le dolía muchísimo y no podía concentrarse en otra cosa.

- Vale, lo... lo siento mucho doctor Payne.

- Esta bien Harry, nos vemos mañana. - Se despidió y salió de la habitación.

****

No bajó al comedor a la hora de la comida, tenía solo un poco de hambre y prefería aguantarse antes que probar lo que fuera que hubiese ese día. Parecía que quisieran envenenarlos, todo tenía mala pinta y estaba asqueroso.

Pensó en llamar al mayor pero iban a verse en un rato. No podía dibujar porque le dolía el brazo, le palpitaba, sentía que se había hecho algo más que un simple golpe. No podía cocinar porque no podía ir a la casa de Louis y no podía acurrucarse en la cama y descansar un rato porque tenía pesadillas. Al final, acabo mirando la pared durante un rato hasta que decidió bajar al patio exterior a descansar y hacer algo relativamente más productivo.

La gente lo llamaría una pérdida de tiempo pero Harry podría pasarse horas mirando el cielo y no se cansaría. Siempre estaba diferente, a veces las nubes formaban figuras extrañas y el rizado podía imaginarse historias. Otras veces salía de noche y miraba a las estrellas. Le encantaba mirar hacia arriba y disfrutar de esas vistas porque nunca sabía lo que se iba a encontrar.  El cielo nunca estaba igual, cada vez que lo mirabas podía haber algo diferente y por eso le parecía algo tan entretenido.

De pequeño hacía lo mismo. Al no poder salir por la casa se iba al jardín y se tumbaba mirando al cielo. Sobre todo en otoño o invierno cuando había mas nubes y hacia más frio. A Harry le gustaba sentir las brisas enfriar su suave piel y luego subir a la habitación y deslizarse entre sus mantas para sentir algo de calor. Seguía prefiriendo el frio antes que el calor, eso siempre, pero le gustaba el contraste.

****

Al parecer se había quedado dormido fuera. Se despertó por la vibración en su bolsillo. Alguien le llamaba. Sacó el móvil y descolgó.

— ¿Si? — Dijo con la voz ronca aún algo adormilada, ni siquiera había mirado quien era pero sabiendo que Niall no tenía su número y su tía no hablaría con él ni en su cumpleaños pudo deducir de quien se trataba.